El preparador físico Marcos Álvarez ha pasado desde este martes a formar parte de la plantilla del Betis de manera indefinida por su "magnífico trabajo" en los dos últimos años que "ha contribuido de manera fundamental a la buena marcha del equipo y a su clasificación europea", informó el club.Álvarez llegó al Betis en 2016 desde el San Lorenzo de Almagro argentino para engrosar el equipo de Gustavo Poyet, aunque tras el cese del técnico uruguayo continuó en el equipo, en el que se ha erigido en un puntal en la parcela física e incluso lo dirigió en las victorias por 3-5 del Betis ante el Sevilla y el Leganés (3-2) por la doble sanción de Quique Setién y su segundo, Éder Sarabia.
La ascendencia de este técnico trasciende el campo de su especialidad y, por ello, el Betis ha decidido contar con él de manera indefinida y dejarlo al margen de las incertidumbres de estar vinculado, como suele ser habitual, a los contratos de los primeros entrenadores.
Marcos Álvarez ha ejercido como preparador físico en clubes como el Tottenham inglés, el CSKA de Moscú y el Dnipro ucraniano, y su carrera ha estado vinculada a la figura de Juande Ramos, con quien trabajó en esos tres equipos, además de en el Real Madrid, Málaga y Sevilla.
Después de que Juande Ramos dejara en 2014 el Dnipro, Marcos Álvarez firmó por el San Lorenzo de Almagro cuando Pablo Guede, a quien entrenó hace casi veinte años en el Elche, fue nombrado entrenador del conjunto argentino y, desde ahí, dio el salto al Betis junto a Poyet, con quien formó el equipo de Juande Ramos en el Tottenham.