El argentino Diego Giustozzi ha dicho hoy en su presentación como entrenador de ElPozo Murcia de fútbol sala que se siente atraído por "los desafíos más difíciles" y es consciente de que recibe "una herencia importante de un club acostumbrado a ganar".
El de Buenos Aires, que hoy cumple 40 años, ha comparecido junto al presidente del club, José Antonio Bolarín, quien ha agradecido a "un tipo extraordinario" que "haya aceptado el reto" de estar con ElPozo.
Tras admitir que es "un placer" haber fichado por el club murciano, el entrenador ha explicado qué le llevó a dejar la selección argentina, con la que se proclamó campeón del mundo desde el banquillo en 2016, para recalar en ElPozo.
"Yo estaba bien en Argentina, donde conseguimos objetivos importantes con la selección y podíamos lograr otros más, pero no es fácil decirle no a ElPozo. Se trata de un club que se adapta mucho a lo que soy yo como profesional y ser humano y por eso, tras negarme a ir a otros sitios, aquí sí he venido", ha apuntado.
"Es mi primera experiencia como entrenador en un club tan grande, pero me encantan los desafíos más difíciles y yo no pensé que fuese increíble llevar a Argentina a ganar el título mundial. Sé que recibo una herencia importante de un club acostumbrado a ganar, pero acepto el reto. Me llena ganarle a rivales que tienen más armas y no me gusta ver ganar a los demás", ha añadido.
Sobre qué le parece que la entidad no haya fichado a ningún jugador, ha apuntado: "El club confía en lo que tiene y yo creo en los jugadores que hay y en su cantera y con trabajo trataremos de demostrar a la afición que también puede tener esa confianza".
Ha dejado claro que no se casa con nadie en la pista: "No miro los DNI ni los contratos, sino los rendimientos, y los chicos deben estar a la altura de un equipo ganador", ha declarado pensando también en los más jóvenes.
Cerrada la larguísima etapa de Eduardo Sao Thiago Lentz -Duda- al frente del equipo durante 18 años seguidos, es la hora de un Giustozzi que ha tenido palabras para el hispano brasileño.
"No me cambia en nada el hecho de venir a sustituir a un entrenador que estuvo aquí 18 años. Yo le tengo como una referencia, siento admiración y respeto por él, pero trataré de hacer mi carrera y ojalá que también me salgan las cosas bien, aunque no creo que vaya a estar tanto tiempo aquí", ha manifestado.
Sobre su filosofía de juego ha dicho lo que quiere: "Me gusta que el equipo sepa manejar todas las situaciones del juego como bloque y que sea protagonista y sepa qué hacer en cada momento", ha apuntado este técnico que desarrolló gran parte de su carrera como jugador entre España e Italia.
"Aprendí mucho de mis cinco años en Europa y mi cultura de fútbol sala es un poco europea", ha señalado, al tiempo que ha remarcado que "la de España está dos o tres escalones por encima de cualquier otra liga de fútbol sala del mundo".