Dos hinchas del Corinthians, el equipo más popular de la ciudad brasileña de Sao Paulo, fueron condenados este jueves a penas de entre 5 años y 5 años y 10 meses de prisión como autores del asesinato de un aficionado del Palmeiras, principal rival del Timão.
La sentencia contra los acusados del homicidio de Leandro de Paula Zanho en una pelea entre hinchas rivales fue dictada en la madrugada de este jueves por el titular del Quinto Juzgado del Tribunal del Jurado de Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil.
Los condenados, Anderson da Cruz Andrade, que tendrá que purgar 5 años y 10 meses de prisión, y Nerivaldo Moura de Andrade, cuya pena es de 5 años, podrán cumplir sus condenas inicialmente en régimen semiabierto, es decir que podrán ir a trabajar de día, pero tendrán que dormir en la cárcel, según la decisión del juzgado.
El crimen ocurrió el 12 de julio de 2017 en una pelea campal entre hinchas del Corinthians y del Palmeiras en una importante avenida de la zona oeste de Sao Paulo.
La víctima, de 38 anos, fue apuñalada en el abdomen por los homicidas y, pese a que fue trasladado con vida a un hospital vecino, murió al día siguiente por la gravedad de las heridas.
Zanho había acudido al clásico en que el Corinthians se impuso por 0-2 al Palmeiras y, tras salir del estadio Allianz Parque, inició una discusión con los empleados de un taller mecánico hinchas del Corinthians.
El juez Paulo de Abreu Lorenzino consideró como atenuante, lo que ayudó a la reducción de la pena de los dos condenados en una sexta parte, el hecho de que los responsables actuaran "bajo emoción violenta y provocados por la víctima".
La muerte de Zanho fue la primera de un aficionado de fútbol desde que el gobierno regional de Sao Paulo determinó en abril de 2016 que solamente los hinchas de uno de los clubes en disputa puede acudir al estadio cuando se trata de un derbi.
Las autoridades de Sao Paulo han discutido en varias oportunidades la posibilidad de extinguir las barras bravas como forma de combatir la violencia relacionada al fútbol en la mayor ciudad brasileña, en donde son recurrentes los casos de hinchas muertos en peleas entre aficiones rivales.