Iñaki Dufour
Madrid, 12 ago .- El Atlético de Madrid afronta el miércoles su tercera Supercopa de Europa, en la que ha sido infalible hasta ahora: desde los goles de Sergio 'Kun' Agüero y José Antonio Reyes en 2010 contra el Inter (0-2) a la exhibición de Radamel Falcao y el partido perfecto que diseñó Diego Simeone en 2012 contra el Chelsea (1-4).
El conjunto rojiblanco no era el favorito en ninguno de ellos, pero surgió como un vencedor incontestable contra el ganador de la Liga de Campeones de 2010 y 2012: el Inter que lo había ganado todo el curso anterior y el millonario Chelsea que dirigía Roberto Di Matteo, en el que se estrenaba Eden Hazard y jugaba Fernando Torres.
El Atlético superó a ambos sin matices en el estadio Luis II de Mónaco, sede del torneo hasta 2013, sin un solo margen a la duda, ganador merecido, incluso apabullante en el caso de su último precedente en la Supercopa de Europa, el 31 de agosto de 2012, contra el conjunto londinense, al que devoró de principio a fin con Falcao como protagonista imparable e indiscutible de la victoria.
No hubo nadie capaz de frenarle en una primera parte que permanece y permanecerá siempre imborrable entre los grandes momentos de la historia del Atlético. Su despliegue fue tan espectacular, tan imponente, como efectivo, con tres goles que desbordaron a un Chelsea incrédulo ante tal determinación rival, no sólo del atacante, sino de todo un grupo trabajado hasta el más mínimo detalle, que supo y ejecutó cada aspecto que había preparado.
A los seis minutos, Falcao hizo el 0-1 con un balón picado la salida de Petr Cech, a pase de Koke Resurrección -uno de los cuatro jugadores que partió desde el once aquel día de Simeone y que sigue en la plantilla actual junto a Juanfran Torres, Diego Godín y Filipe Luis-, en una acción de contragolpe que desarmó a su adversario.
El 0-2, en el 19, lo marcó con un tiro a la escuadra del portero checo; el 0-3, al borde del descanso, con un disparo cruzado ante el guardameta a pase de Arda Turan, en otra jugada de contraataque, una constante sobre la que basó el Atlético su sensacional primera parte, con el robo de balón y una transición ofensiva veloz.
En el segundo tiempo, en el minuto 60, el brasileño Joao Miranda agrandó la superioridad rojiblanca con el 0-4, maquillada después por Gary Cahill en un rechace dentro del área. "Simeone pronunció la palabra 'ganar' más de 50 veces en la charla", expuso después Filipe Luis tras lograr la segunda Supercopa europea del Atlético.
La primera data de dos años antes. El 27 de agosto de 2010, después de haber levantado un título continental, la Liga Europa, tras 48 años de espera, se jugó la Supercopa de Europa contra el Inter de Milán, con Quique Sánchez Flores como entrenador y con el argentino Sergio 'Kun' Agüero y José Antonio Reyes como goleadores.
También fue superior el Atlético sobre el terreno de juego, contra todos los pronósticos, contra un equipo que lo había ganado todo en la temporada anterior a las órdenes de Jose Mourinho, que iniciaba una nueva etapa con Rafa Benítez como técnico y al que el equipo rojiblanco manejó casi siempre. No tiró hasta el minuto 87.
Entonces, apareció David de Gea, el portero del Atlético en aquel encuentro, para repeler el lanzamiento de penalti del argentino Diego Milito, para agarrar una victoria impulsada por su colectivo, inabordable en su centro del campo, y por los tantos, los dos en la segunda parte, de Agüero y Reyes, conectados en el 0-1 en el 62.
Una pared desbordó a la defensa contraria para el remate final del andaluz que puso por delante en el marcador al conjunto rojiblanco, que sentenció en el minuto 83 por medio de Agüero, que empujó un pase del portugués Simao Sabrosa y la Supercopa de Europa a las vitrinas del Atlético, infalible hasta ahora en ese torneo.