Carlos García
Guarda (Portugal), 12 oct .- El mítico exfutbolista luso João Alves, que como jugador rechazó una oferta del Real Madrid para fichar por el Benfica, vuelve tras cinco años a entrenar como técnico del Académica de Coimbra, club decano de Portugal al que intentará llevar de nuevo a la Primera División lusa.
Alves, que jugó en la extinta Unión Deportiva Salamanca, a la que también entrenó, se hizo popular en el fútbol español por jugar siempre con guantes negros, a mediados de la década de los años 70.
También militó en el París Saint Germain y descubrió a jugadores como Pedro Pauleta, aseguró hoy en una entrevista con EFE que ni ha tenido ni tendrá agente, a pesar de que es consciente que le ha supuesto algún problema.
Pregunta: A sus 65 años, después de una exitosa etapa en Suiza, ¿por qué vuelve a entrenar?
Respuesta: Porque tengo ganas de entrenar, con el Académica tengo mucha unión, estuve aquí hace 16 años y logré entonces que volviera a la Primera División de Portugal. Además, es un club histórico y la ciudad es muy bonita. El reto no es fácil, pero yo siempre he sido optimista.
P: ¿Qué sistema y metodología de juego usa?
R: Adaptar el sistema a los jugadores y no los jugadores al sistema. Es muy simple, aprovecho lo mejor de los mejores para preparar el mejor once. Ahora, tengo que recuperar psicológicamente a los jugadores, ya que empezaron mal la competición y después todos a funcionar.
P: Se niega a tener agente intermediario.
R: Hay empresarios que tienen dos o tres clubes, hay que parar un poco y reflexionar, porque esto es una barbaridad. Este fútbol no tiene nada que ver con el fútbol de hace tiempo.
P: Si hubiera tenido agente, ¿ya hubiera sido entrenador del Benfica o de la selección de Portugal?
R: Sí, además yo tuve contactos para entrenar tanto al Benfica como a la selección lusa, pero ha habido siempre alguien que estuvo contra mí, que lo impidió.
P: ¿Aún es posible?
R: ¡Cómo voy a contestar a eso!. Lógicamente es muy difícil, aunque imagínate que ahora con el Coimbra hago lo mismo que hice con el Servette de Suiza, que lo cogí en segunda y lo llevé a la Liga Europa. Aun así es muy complicado, ya tengo 65 años, es muy difícil.
P: De su abuelo, que también fue futbolista, heredó jugar siempre con guantes negros, como lo hacía él e incluso ha creado la Escuela de Fútbol Luvas Pretas (Guantes Negros).
R: Es una escuela en la región del Alentejo donde tengo entrenador, padres de niños, es algo muy familiar, no es un negocio, es algo simbólico de un grupo de personas que tenemos amistad que se creó hace 12 años.
P: Regresó a Salamanca en 1996 como entrenador gracias a su amigo y entonces presidente Juan José Hidalgo.
R: Fue muy "sui géneris", ya que me fichó el que es ahora uno de los grandes empresarios de Europa, Juan José Hidalgo (Air Europa), que yo lo conocí porque era el conductor del autobús que nos transportaba cuando yo jugaba (entre 1976 y 1978) en el Salamanca y luego fue el presidente del club, al que admiro y con el que tengo gran amistad.
P: Ese año revolucionó el fútbol con un desembarco de jugadores portugueses a la UD Salamanca, tales como Pauleta, que hoy es el director de la Federación Portuguesa de Fútbol.
R: Llegaron grandes como Taira, Cesar Brito, Pauleta, Zé Roberto, Rogério o los brasileños Giovanella o Catanha.
P: ¿Cómo fue la anécdota de Pauleta, que más tarde se convirtió en estrella mundial de fútbol?
R: (Risas) Lo que pasó fue muy simple, Pauleta -con 23 años- llegaba gratis al Salamanca y el departamento médico lo rechazó porque tenía una pubalgia, algo que tienen la mayor parte de los jugadores. Yo le dije al presidente (Juan José Hidalgo) que asumía la responsabilidad para que se quedara Pauleta y confió en mí y echamos a todo el departamento médico. Ahora con Pauleta mantengo una excelente relación.
P: Como jugador, en su etapa del Salamanca con García Traid de entrenador, fue nombrado mejor futbolista extranjero de la Liga Española, a pesar de que en aquellos años jugaban Cruyff o Kempes, motivo por el que en 1978 el Real Madrid lo quiso fichar y usted rechazó la oferta.
R: Hice una burrada, perdí una gran oportunidad, era lo máximo, rechacé jugar en el mejor club del mundo y fue por mi culpa. No acepté la oferta porque quería jugar con el Benfica, ya que entre los clubes del Salamanca y el Madrid estaba todo hecho.
P: ¿Qué amigos sigue teniendo tras su etapa de jugador y entrenador en el fútbol español?
Tuve buena relación con Johan Cruyff; de aquel equipo del Salamanca me llevo muy bien con Pedraza, Ángel -que luego ficharía por el Madrid- Bustillo. Y tengo muy buena relación con Vicente del Bosque.