La Policía Nacional investiga si los aficionados del Hércules y del Castellón que protagonizaron ayer una riña tumultuaria antes del partido, con 55 identificados, siete detenidos y tres heridos, se habían citado previamente a través de las redes sociales.
Además, los agentes también tratan de aclarar si dicha pelea tuvo un origen ideológico ya que los aficionados del Hércules implicados son de extrema derecha, de la peña Curva Sur, mientras que los de Castellón son de la peña Barricada, radicales de izquierda.
Los implicados de Curva Sur han mantenido que, como habitualmente antes de un encuentro, habían quedado a comer en un bar cercano al estadio Rico Pérez y que, inesperadamente, llegaron los Barricada, tras lo cual comenzó el altercado.
La Policía baraja esta línea de que la pelea fue casual aunque también la posibilidad de que ambas aficiones se hubieran citado por las redes sociales.
Así se sospecha desde el ayuntamiento de Alicante, según ha sostenido el concejal de Seguridad, José Ramón González, quien ha señalado que "no es habitual" que decenas de personas de ambas aficiones se encuentren "armados con palos" tres horas antes de un partido que no se disputaba desde hacía diez años y que no había sido declarado de alto riesgo al no haber antecedentes.
En la riña participaron 58 personas de entre 20 y 40 años con bastones de madera, bengalas, protectores dentales y vestidos de forma similar: con pasamontañas, capuchas y ropas de color oscuro, especialmente los aficionados provenientes de Castellón.
Dos policías locales que estaban cerca para atender un accidente de circulación acudieron los primeros al lugar y trataron de que los aficionados depusieran su actitud y se separaran, aunque sin éxito hasta el punto de que la masa se dirigió hacia ellos en actitud violenta, según han relatado a los periodistas los agentes.
Esta actitud, han proseguido, les obligó a "replegarse" y efectuar 15 ó 16 disparos al aire porque temían por su integridad física, y en unos minutos llegaron hasta 14 vehículos de las policías local y Nacional, lo que permitió identificar a los implicados.
Uno de estos dos agentes, Alejandro Ribeiro, ha relatado que "se notaba que habían quedado por las redes sociales" y ha añadido que exhibían una "violencia muy notoria", por ejemplo cuando a uno tendido en el suelo le "pateaban la cabeza".
Fuentes de la investigación han señalado que los 38 aficionados del Castellón que participaron en la riña habían llegado en un autobús sin entradas al Rico Pérez, aunque se supone que las habrían intentado comprar poco antes del encuentro en las taquillas.
Fueron interceptados, inmovilizados, identificados e informados de que pueden ser objeto de acta de sanción por la Ley del Deporte antes de regresar en el autobús a su lugar de origen.
Además de este autobús, llegaron desde Castellón con entradas otros dos con 110 seguidores, y ambos fueron escoltados por la Policía desde el acceso a la ciudad hasta que fueron acomodados dentro del Rico Pérez.
A diferencia del tercero, las Fuerzas de Seguridad del Estado sí tenían controlados a estos dos autobuses ya que, al contar con entradas, había sido informada su llegada por parte del club castellonense.
En total, se efectuaron 55 identificaciones de personas (30 del Castellón y 25 del Hércules), tres de las cuales de 34, 36 y 27 años fueron arrestadas, dos de ellas de Castellón y una de Alicante, y a todos ellos la Comisión Nacional Antiviolencia analizará el caso con posibilidad de multas de hasta 3.000 euros.
El alcalde alicantino, Luis Barcala, del PP, ha condenado todo tipo de violencia que vaya "contra el espíritu del 'fair play' (juego limpio) en el deporte".