Las autoridades argentinas decidieron reforzar el operativo de seguridad del partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors que tuvo que ser aplazado este sábado por actos violentos.
Después de que el autobús de los jugadores del Boca, el equipo visitante, fuese apedreado y varios de sus jugadores resultasen heridos, y de los disturbios que se produjeron en las inmediaciones del estadio Monumental, fuentes del Ministerio de Seguridad confirmaron un aumento de los efectivos antidisturbios del dispositivo, que involucra a fuerzas provinciales y estatales.
El operativo incluirá "más policía montada y carros hidrantes", aseguraron sin dar números, así como "más seguridad alrededor de los jugadores".
Además, el tramo del recorrido del autobús del Boca Juniors en el que fue apedreado por hinchas del River se cerró con varios niveles de vallas de seguridad.
Tras ser postergado en dos ocasiones, la vuelta de la final de la Libertadores fue aplazada a este domingo y está previsto que se juegue a partir de las 17.00 hora local (20.00 GMT).