El estadio Mineirao de la ciudad brasileña de Belo Horizonte, donde tuvo lugar la histórica goleada por 7-1 con que Alemania venció a Brasil en semifinales del Mundial 2014, se ofreció como plaza neutral para el partido de vuelta de la final de la Libertadores entre los argentinos Boca Juniors y River Plate.
"La administración del estadio envió el lunes un oficio a la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) colocando el Mineirao a disposición para el partido", explicó a Efe un portavoz del grupo que opera el estadio de Belo Horizonte.
Según la misma fuente, el estadio tan sólo exige que los clubes financien los gastos que pueda generar el partido, que ha sido aplazado dos veces por los incidentes provocados el pasado sábado por los hinchas del River Plate en Buenos Aires.
"Lo que podemos garantizar es que dentro del estadio habrá seguridad", agregó el portavoz al ser interrogado sobre la posibilidad de que Belo Horizonte pueda ser escenario también de incidentes de hinchas violentos.
La Conmebol anunció este martes que el partido de vuelta de la final de la Libertadores de 2018 se jugará el 8 o el 9 de diciembre próximo en una plaza neutral fuera de Argentina, a ser decidida por la entidad.
Hasta el momento, además del Mineirao, la ciudad italiana de Génova se ofreció oficialmente para albergar el partido de vuelta y se conjetura con que Abu Dhabi, en Emiratos Árabes, sede del próximo Mundial de Clubes, es otra alternativa como sede.
La Conmebol anunció su decisión tras la reunión que sus dirigentes tuvieron con las de ambos clubes argentinos después de la suspensión del encuentro de vuelta, que inicialmente se debía jugar el sábado en el Monumental de Buenos Aires, pero que fue aplazado por ataques violentos de hinchas al autobús que llevaba a los jugadores de Boca al estadio.
Para la entidad, "resulta prudente que el partido final no se juegue en dicho país", por Argentina, a consecuencia de los incidentes violentos en que resultaron heridos varios futbolistas del Boca.
El partido de ida de la final de la Libertadores terminó con empate (2-2) en la Bombonera el domingo 11 de noviembre.