La prensa alemana registra hoy la victoria de River Plate en la final de la Copa Libertadores jugada en el estadio Santiago Bernabeú aunque también se concentra en repasar la prehistoria del partido, colmada de incidentes violentos que obligaron a trasladar el clásico a Madrid.
"La cuarta victoria de River en la Libertadores... es claramente el éxito más grande de la historia del club fundado en 1901 porque se jugaba contra Boca, que ha ganado el título seis veces, en una así llamada superfinal". dice la revista deportiva "Kicker".
Sin embargo, luego la misma publicación agrega que "esta final de ida y vuelta hubo pocas cosas super".
"Lo que se reveló fue algo trágico alrededor del partido de vuelta aplazado, de los excesos de violencia y de las disputas entre funcionarios", dice la publicación.
"Al menos los dos capitanes, Pablo Pérez de Boca y Leo Ponzio de River, se dieron la mano antes de entrar al campo. Los dos equipos estaban separados por una valla, eso cuadra con la prehistoria, como si se tratara de animales salvajes", agrega.
El saludo entre los capitanes era, según "Kicker", un intento por recordar que incluso un partido así puede ser algo civilizado.
"Eso era algo que casi se había olvidado, lo que es suficientemente triste", dice "Kicker".
El diario "Bild", por su parte después de hacer una breve reseña del partido, dice que "más importante fue 4.000 guardias y 20 agentes especializados venidos de Argentina lograron que, al menos hasta el final del partido, hubiera tranquilidad dentro y fuera del estadio".
El diario "Süddeutsche Zeitung", por su parte, dice que el partido y su prehistoria dejaron heridas profundas.
"Rara vez hubo antes un drama así en torno a una final. River Plate se impuso a Boca Juniors en la final trasladas a Madrid. Sin embargo, quedan heridas profundas", dice ese diario.
Ese mismo periódico también recuerda los incidentes violentos que obligaron a trasladar el partido.
"Argentina vivió una vergüenza casi sin precedentes porque todo el mundo vio que interpreta el fútbol como algo de vida o muerte. Buenos Aires, en realidad todo el país, no estaba a la altura de este duelo por su exagerada pasión por el fútbol", remata el "Süddeutsche Zeitung".