Miles de aficionados del Espérance de Túnez tiñeron hoy de "rojo y oro" las calles de la capital para celebrar el centenario de la fundación del actual campeón de la Champions de África.
Congregada en el popular barrio capitalino de Bab Souika, lugar que le vio nacer en 1917, y en las instalaciones deportivas que el equipo tiene en el norte de la capital, una marea de hombres, mujeres y niños se hermanó al son incansable del himno, de tintes heroicos y nacionalistas.
Y es que el Esperánce es algo más que un club de fútbol: fundado en época colonial por dos jóvenes que reivindicaban "un equipo de fútbol musulmán" es anterior al primer partido político creado en Túnez y al primer sindicato.
Creado de forma furtiva, se topó con la intransigencia de las autoridades coloniales francesas que no autorizaron su inscripción hasta que no se incluyó en su directiva a un ciudadano francés, que presidió el equipo durante dos años.
No sería hasta 1936, tras haber cambiado los colores blanco y verde fundacionales por los actuales "rojo y oro", cuando ascendería a primera división y hasta 1939 no ganaría el que sería el primero de sus 28 títulos nacionales.
"El club era tan pobre que los jugadores estaban obligados a compartir las camisetas y las botas y tan sólo tenían un balón para jugar, explica a Efe Abdelaziz Belkhodhja, hijo de Hassen Belkhodja, presidente del club durante la década de los setenta.
El fenómeno del Espérance va más allá del deporte mismo: destaca su fuerte componente político, que arraigó durante la lucha por la independencia, sobrevivió a la represión policial durante la dictadura de Zinedin El Abidine Ben Ali y que volvió a resurgir en 2011 durante las "primaveras árabes", agrega.
Hoy, el Esperance no solo es grande en Túnez, donde además de las 28 ligas, 15 copas y 3 supercopas; en sus vitrinas también relucen tres champions de África, una copa de África, una supercopa de África, y un campeonato africano-asiático.
"Celebramos la historia del Espérace, su gloria, sus cien años de vida; que es fácil de decir. Somos el primer equipo tunecino en celebrar el centenario" explicó a Efe el secretario general del equipo, Farouk Katto.
"Fue creado en 1919 durante el protectorado francés y que en aquel entonces aspiraba a enfrentarse a los equipos rivales de los colonos. El club tuvo un rol muy importante durante la lucha por la independencia pero también después liderando un papel social y económico en el país", recordó Katto.
"Hoy es un día de mucha emoción y de orgullo por lo que hemos logrado hasta ahora", subrayó el directivo, mezclado con los aficionados y atento como ellos a la pantalla de televisión porque hoy había partido de Ben Guerdan.
Un encuentro jugado a puerta cerrada -los ultras del Espérance están considerados unos de los más violentos y peligrosos de África- que acabó con la vitoria de los "rojo y oro" por 2-0 frente al Ben Guerdan.
Y que se sumó a la presentación de su último fichaje, el delantero libio Hamdou Elhouni, formado en el Vitoria de Guimaraes y que el pasado año ganó la copa de Portugal con el que hasta ayer era su club, el Deportivo Ave.
"Es nuestro año y venimos a celebrarlo. El Espérance no sólo representa a un barrio o una ciudad sino a todo Túnez, es nuestra vida", gritaba Drouiss desde el otro lado de la valla de seguridad a la que se aferró cinco horas para presenciar en primera fila el espectáculo.
"Todos somos esperantistas en la familia. Yo he venido junto a mis dos hijas pero mi marido pertenece a otro club, así que cada uno está por su lado", bromea mientras protege a su hija menor entre sus brazos.
"En 1997 y 1998 jugaba en un equipo local femenino en el que era la capitana. El amor que siento por el Espérance no es algo casual, viene de toda una vida de pasión por el fútbol", agregó la mujer antes de asegurar que sueña con ver un día una sección femenina de fútbol.