El Comité Gallego de Fútbol Base se reunió este lunes en Santiago de Compostela para analizar, entre otros aspectos, los incidentes que se han producido en partidos de categorías inferiores el pasado fin de semana y que denunciará de oficio.
El secretario general de la Federación, Diego Batalla, informó a los clubes que la agresión verbal a una jugadora alevín del Laxe y la pelea producida en la grada del campo de A Xunqueira de Pontevedra que provocó la suspensión de un partido de prebenjamines serán denunciados ante la Comisión Antiviolencia de la Secretaría Xeral para el Deporte de la Xunta.
Batalla informó que resulta muy importante que los clubes identifiquen a la persona o personas que cometen actos violentos para que pueda actuar dicta Comisión Antiviolencia e incluso la propia Federación pueda personarse como denunciante.
El Comité, según explica la Federación Gallega en un comunicado, entiende que no se le puede exigir a los clubes que hagan la función de vigilantes de seguridad porque, incluso aunque así fuera, esa tarea resulta imposible de realizar en la mayoría de las instalaciones deportivas.
Por otra parte, todos los casos están siendo analizados por el Comité de Competición, que actuará en consecuencia según marca el reglamento.
Una pelea entre padres, que acabaron a cabezazos ante niños de seis y siete años, obligó este domingo a suspender un partido que enfrentaba en Pontevedra a los equipos AJ Lérez y la EFB Moañesa de categoría prebenjamín.
El árbitro del encuentro, Alexander Vázquez Castro, reflejó en el acta cómo en el minuto 20 del partido observó que aficionados de ambos equipos, "casi en su totalidad madres y padres" de los jugadores, se enzarzaron en una discusión.
El otro caso analizado, el de los insultos machistas a una jugadora alevín del Laxe en un partido con el Buño, se remonta al martes de la semana pasada.
El Comité Gallego de Fútbol Base, que está formado por directivos y altos cargos de la Real Federación Gallega de Fútbol y por clubes de las siete delegaciones federativas, explica que acordó "condenar de manera contundente todo tipo de violencia producida en un campo de fútbol o relativa a un partido de fútbol".
Se compromete, además, a "trabajar en el ámbito de la concienciación con campañas organizadas por la Federación destinadas principalmente a padres y madres de jugadores del fútbol base".
También confeccionará "un decálogo antiviolencia y normativo, destinado a padres, madres y aficionados que se colocará en lugares visibles de cada instalación deportiva".
Asimismo pondrá "en marcha una campaña formativa en el uso de las redes sociales destinada a los clubes, con el fin de que puedan utilizar estas herramientas en favor de la erradicación de la violencia".
Al mismo tiempo, promoverá "una campaña de 'No Violencia' a través de los árbitros, que portarán en sus equipaciones un logotipo específico de dicha campaña, que se llevará a cabo en colaboración con la Xunta de Galicia".
Además, se continuará con el protocolo de suspensión de partidos en caso de violencia en los partidos de fútbol.