El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, defendió este martes su apuesta por la expansión del fútbol sudamericano y promocionar las competiciones en el mercado internacional, durante la cumbre de entrenadores de los 32 equipos que disputan la fase de grupos de la Libertadores.
Explicó la reestructuración que ha promovido en este torneo desde que llegó al cargo en 2016 y se ha reflejado en el aumento de los premios a los campeones, así como la incorporación de nuevas plataformas de retransmisión de partidos, como Facebook.
"Hay que hacer productos que puedan consumirse desde más allá de nuestras fronteras, porque no es suficiente con recaudar dinero internamente cuando hay mucho más fuera", explicó.
Domínguez dijo que todos estos cambios tienen como objetivo devolver a Sudamérica el protagonismo en el fútbol internacional.
Calificó como "vergonzoso" que ningún país de Sudamérica se clasificara en las semifinales del Mundial de Sudáfrica de 2010.
"La diferencia entre Conmebol y la UEFA es que ellos identificaron problemas y se adelantaron. Hoy no solamente están por encima nuestro a nivel de selecciones sino también a nivel de clubes", advirtió.
Entre las virtudes del fútbol sudamericano, destacó el proceso que se ha llevado a cabo para garantizar que los controles antidopaje estén presentes en el ciento por ciento de las competiciones, desde el fútbol sala hasta el fútbol playa.
Elogió el trabajo de redistribución de los ingresos que está llevando a cabo la Conmebol, ya que aseguró que un 87% del dinero se destina en el fútbol, mientras que un 13% va a otras acciones como el arbitraje, los médicos o los servicios jurídicos.
Domínguez también aprovechó el encuentro para defender la renovación que se ha realizado en el seno de la organización durante los últimos tres años para recuperar la confianza tras el escándalo de corrupción que protagonizó la anterior administración.
El presidente de la Conmebol reconoció que hasta 2016 la institución funcionaba como un "negocio personal", en el que no se "discriminaba una cuenta corriente de la organización de cuentas personales".
Ante ello, Domínguez puso en valor la reestructuración que se ha llevado a cabo en el seno de la institución, desde la renovación de sus estatutos internos hasta la puesta en marcha de "auditorías y controles financieros" que garanticen la transparencia.
"El estatuto estaba hecho a medida para proteger a los hombres de la institución, hoy protege a la institución de los hombres", dijo.
Añadió que en estos tres años de mandato ha logrado recuperar la confianza de inversores y bancos, lesionada cuando salió a la luz el denominado 'FIFA Gate'.
"Teníamos un cheque de diez millones de dólares para hacer depósito y los bancos lo rechazaban", explicó Domínguez.
Añadió que para llevar a cabo este proceso de renovación se ha incorporado a personas "independientes" al sector del fútbol, para que fiscalicen las decisiones de la organización.
El escándalo de corrupción de la FIFA afectó, entre otros, a dirigentes de la Conmebol como el paraguayo Juan Ángel Napout, que precedió a Domínguez al frente de la máxima autoridad del fútbol sudamericano, con sede en la ciudad de Luque, en el Gran Asunción.
Napout fue condenado el pasado mes de agosto a nueve años de cárcel en Estados Unidos por haberse embolsado al menos 3,3 millones de dólares en sobornos pagados por empresas para hacerse con emisiones de torneos internacionales.