El PAOK Salónica, que ganó la Liga hace una semana, revalidó este sábado el título de la Copa de Grecia y lo conquistó por tercera vez consecutiva al vencer en la final al AEK Atenas que entrena el español Manolo Jiménez (1-0).
La final se jugó en un ambiente desangelado, con las gradas del estadio Olímpico de Atenas vacías por imposición del gobierno griego, que no podía garantizar una seguridad adecuada, y por los incidentes que causaron ambas aficiones en las dos ediciones anteriores, que tuvo a los mismos protagonistas con triunfo final, como en esta ocasión, del conjunto de Salónica.
Al PAOK que dirige el rumano Ravan Lucescu le bastó con el gol del inglés Chuba Akpom en el tiempo añadido de la primera parte para lograr la Copa. Lo marcó con un remate de chilena dentro del área a pase de Vasilios Barkas. El gol necesitó el visto bueno del videoarbitraje (VAR).
El AEK, que ostenta quince títulos, el último en la temporada 2015-2016, además de otras diez finales perdidas, con esta, no aprovechó las ocasiones de que dispuso y se marchó sin premio.
Manolo Jiménez, que ya fue campeón de Copa con el equipo de Atenas en la campaña 2010-2011 y de Liga en la pasada, no pudo lograr un nuevo éxito en su tercera etapa al frente del equipo ateniense, que inició el pasado mes de febrero después de ser destituido por la Unión Deportiva Las Palmas.
El logrado este domingo en el Estadio Olímpico es el primer doblete de la historia del PAOK, que sumó su séptimo título de Copa.