Rodrigo Zuleta
Berlín, 13 may .- El Bayern se enfrenta dos semanas en las que se juega toda la temporada, en la última jornada de la Bundesliga y en la final de la Copa de Alemania, en medio de discusiones sobre el futuro del entrenador, Niko Kovac.
El presidente del club, Uli Hoeness, ha tratado de acallar las discusiones y ha mostrado su respaldo a Kovac incluso en los momentos más críticos del curso.
El otro peso pesado del club, Karlheinz Rummenigge, en cambio, se ha mostrado más reacio y ha dicho que en el Bayern no hay garantía de continuidad para nadie y que todo depende del rendimiento.
Aunque Rummenigge posteriormente ha relativizado esas declaraciones el tema sigue abierto e incluso cuando alguien del club, como el director deportivo Hasan Salihamidzic, expresa su respaldo a Kovac parece como si sólo fuera una posición entre varias.
"Él tiene todo mi respaldo", dijo Salhamidzic en el programa Sportschau de la televisión pública alemana.
Sin embargo, al ser interrogado acerca de si también toda la cúpula respaldaba a Kovac, Salihamidzic comentó que sólo podía hablar a título personal.
La temporada ha tenido muchos altibajos. Tras un buen comienzo vino una fase de crisis y, en un momento en el que el club se había recuperado, llegó la eliminación en octavos de final de la Liga de Campeones a manos del Liverpool.
Sin embargo, la campaña puede todavía tener un final conciliador con el doblete y los dos próximos partidos decidirán en buena parte la calificación que reciba el preparador croata a final de curso.
Si no gana la Bundesliga la temporada se verá como un fracaso y si gana al doblete, pese al lunar de la Liga de Campeones, se verá como un éxito.
En la historia del Bayern sólo cuatro entrenadores -Branco Zebek, Felix Magath, Louis van Gaal y Pep Guardiola- han logrado ganar el doblete en su primera temporada con lo que Kovac entraría en un club bastante exclusivo.
A favor del croata habla también el oficio que mostró en los momentos mas difíciles de esta campaña para reconducir la situación.
En Dortmund llegó a tener ocho puntos y 24 de goles de ventaja sobre el Bayern. Ahora el Bayern está 2 puntos y 17 goles por encima. En principio le bastaría un empate en la última jornada contra el Eintracht Fráncfort para lograr su séptima Bundesliga consecutiva.
Es verdad que parte de la crisis se debió a errores del propio Kovac -como el abuso de las rotaciones en la primera parte de la temporada- pero también es cierto que mostró una gran flexibilidad a la hora de corregir sus propios fallos.
Otro punto a favor de Kovac es el hecho de que el Bayern asumió esta temporada como de transición, sin grandes fichajes y, según el propio Hoeness, asumiendo incluso el riesgo de cerrar el curso sin títulos.
Eso apunta a que lo que decidirá el futuro de Kovac en el Bayern no serán los títulos sino la pregunta de si la cúpula lo considera el entrenador adecuado para llevar al Bayern de regreso a lo más alto del fútbol europeo en los próximos tres años.
También tendrá peso la opinión de los líderes del vestuario. En los últimos días han circulado informaciones acerca de un presunto descontento por la falta de una estrategia ofensiva clara y de la apuesta de Kovac por dar prioridad a consolidar la defensiva.
De parte de las viejas glorias del Bayern Kovac ha recibido apoyo de Ottmar Hitzfeld y de Steffan Effenberg, el entrenador y el capitán del equipo que ganó la Liga de Campeones en 2001.
"Karl-Heinz Rummenigge siempre tiende al pesimismo cuando no se gran tres títulos. Todavía se pueden ganar dos por lo que me parece exagerado que se cuestione todo", dijo Hitzfeld.