El Chelsea se proclamó campeón de la Europa League este miércoles en Bakú al vencer al Arsenal (4-1) en la capital azerí. Ambos clubes dejaron para la segunda mitad sus mejores minutos y la totalidad de los goles. Giroud con un gran cabezazo adelantó a los de Sarri, que aumentaron su ventaja a tres goles gracias a los tantos de Pedro y Hazard -de penalti- antes de que Iwobi redujera distancias. El propio Hazard -quizás en su despedida como jugador del Chelsea, hizo el cuarto y definitivo tanto.
En la primera mitad los de Emery comenzaron mejor... o al menos se comenzó jugando a lo que quería el preparador vasco. Presión alta de los gunners que incomodó a los blues que fue efectiva en cuanto a no dejar salir al rival pero poco útil a la hora de generar ocasiones de gol. Una vez que el Chelsea, con un inconmensurable Azpilicueta, se fue haciendo a la idea de qué era lo que le esperaba, comenzó a sacudirse la presión viendo la inoperancia del Arsenal de cara a la portería de un inseguro Kepa y gozó de alguna ocasión de gol, antes, Xhaka se encontró con el larguero con un potente latigazo.
Con el Chelsea siendo cada vez más protagonista, Eden Hazard, que aglutinaba la mayoría de los focos fue apareciendo y desequilibrando hasta ser clave en la jugada de la ocasión más clara de gol dejando a Giroud en posición ventajosa pese a que el francés se encontró con una gran mano de Cech. Fue de más a menos el Arsenal en el encuentro y de menos a más el Chelsea en una primera mitad en la que no hubo goles.
El segundo tiempo comenzó pareciéndose en mayor medida a lo acontecido en el útltimo tercio de la primera mitad y, Giroud acabó abriendo la lata con un magnífico cabezazo tras escorzo que no pudo desviar Cech. El francés anotó su undécimo tanto en catorce partidos consolidándose, precisamente ante sus ex, como el máximo goleador de la competición en esta edición.
Con el gol del francés, el Arsenal se vio obligado a dar un paso al frente que se percibió en cuanto a sensaciones pero no se tradujo en ocasiones de gol. De hecho, en una rápida contra, Hazard desde la banda izquierda encontró a Pedro en el área y el canario hizo el segundo para los de un Maurizio Sarri que se apresuró a escribir -quién sabe qué- en su libreta.
El encuentro siguió por los mismos derroteros y Kovacic dio una buena muestra de cómo romper líneas en dos contras que, en la segunda de ellas, se convirtió en penalti de Maitland-Niles sobre Olivier Giroud que posteriormente transformaría un Eden Hazard que podría haber jugado su último partido con el Chelsea.
Ya antes del tercer tanto blue, Emery, consciente de que con su plan no le valía, daba las últimas instrucciones a Alex Iwobi, que tras el penalti, sustituyó a Monreal. El nigeriano, que entró junto a un Guendouzi que reemplazó a un Torreira que se desmoronó ya en el banquillo, logró recortar distancias con un gran disparo desde la frontal, pero poco tardaría el Chelsea en responder.
Emerson, que logró sobreponerse a un nervioso comienzo, robó un balón en la salida y asistió a Hazard, que tras una bonita pared con Giroud batió a Cech para dejar, a veinte minutos para el final, el partido sentenciado.
El arquero checo. ex del Chelsea, evitó que los de Sarri, que no se cansaron de atacar, se fueran de vuelta con una victoria aún mayor.
El Chelsea dejó al Arsenal sin la posibilidad de jugar la próxima edición de la Champions League. Las dudas sobre Sarri se verán reducidas -que no disipadas- mientras la Juventus sigue tocando a su puerta.