El Liverpool es el nuevo rey de Europa. Un gol de penalti de Mohamed Salah en el segundo minuto del partido y un tanto de Origi en el 87, le dieron el título de la Liga de Campeones, la sexta Copa de Europa de su historia, ante un Tottenham desarbolado tras el primer tanto e incapaz de reaccionar. Un equipo campeón que está protagonizando muchas historias. Una de ellas es la de Jordan Henderson.
El capitán del conjunto inglés levantó la copa al cielo de Madrid y se fue a celebrarlo con sus compañeros y familiares, aunque la emoción pudo con él cuando vio a su padre, Wearsider Brian. El jugador se acercó a darle un fuerte abrazo y ambos permanecieron un largo periodo de tiempo mientras a los dos los inundaba un torrente de lágrimas.
Look what it means to Jordan Henderson. #LFC #UCLFINAL #Henderson #passion pic.twitter.com/O7tgf7QCQa
— Charlie Gibson (@CharlieMooseCMM) June 1, 2019
No era para menos tanta emoción. Al padre de Henderson le dijeron hace cinco años que tenía cáncer de garganta hace cinco años y ya está recuperado por completo. Un periodo nada fácil para la familia que terminó con final feliz y con el futbolista dedicándole el título a una de las personas más importantes de su vida.
Hace unos meses, el centrocampista del Liverpool reveló en una entrevista en el Dailymail lo mal que lo pasó: "Lo que mi padre pasó me hizo más hombre. Pone las cosas en perspectiva rápidamente. Digo que el fútbol es todo para mí, pero cuando suceden cosas así, te das cuenta de que hay otras cosas muy importantes fuera del fútbol. Fue muy duro en ese momento, fue un shock porque nunca había tratado con algo así antes".
Henderson también explicó que estuvo mucho tiempo sin ver a su padre: "Él es un hombre muy orgulloso y no quería que lo viera cuando recibía tratamiento por su aspecto. Entonces, yo sabía que lo único que podía hacer, la única forma en que podía ayudarlo, era jugar bien en el fin de semana porque sabía que estaría mirando. Esa era una presión diferente. Quería jugar bien para ayudar a mi papá a estar sano nuevamente y, si puedo hacerlo, puedo jugar en cualquier circunstancia". ¡Y vaya si lo ha conseguido!