Olga Martín
Madrid, 4 jun .- La FIFA iniciará este miércoles la segunda etapa de la presidencia de Gianni Infantino en el Congreso que celebrará en París, donde le reelegirá para el cargo de presidente desde el que trabaja para marcar un antes y un después en la organización, especialmente tras el llamado "FIFA Gate".
La reelección de Infantino, que concurre como único candidato, la confirmación de que el Mundial de Catar 2022 mantendrá la cifra de 32 selecciones participantes y la introducción de enmiendas a los Estatutos para reforzar la lucha contra la corrupción, el racismo y la manipulación de partidos son parte de la agenda.
También la situación financiera y el presupuesto para 2020 serán expuestos ante las 211 asociaciones miembro de la FIFA en la cita, previa a la inauguración del Mundial femenino de Francia el próximo día 7.
Hace un año aproximadamente Infantino anunció que optaría a un segundo mandato para continuar con su empeño de transformación de una federación que "estaba muerta", cuando llegó, "y ahora es dinámica y transparente", según sus palabras.
En el camino recorrido desde su elección, el 26 de febrero de 2016, el dirigente suizo ha basado su labor en aspectos como el desarrollo y la evolución del fútbol, con la implantación del VAR y su estreno en el Mundial de Rusia de 2018 y el impulso y la promoción del fútbol femenino.
La inversión de 1.079 millones de dólares hasta diciembre de 2018 con el programa FIFA Forward de apoyo a las federaciones y la previsión de una inversión para el ciclo 2019-2022 para que cada federación tenga derecho a una financiación de desarrollo de hasta 6 millones de dólares son parte de los datos de su gestión.
Cuando alcanzó la presidencia anunció que el cargo de secretario general lo ocuparía un dirigente africano y para él eligió por primera vez a una mujer, la diplomática senegalesa Fatma Samoura, dentro de su objetivo de impulsar el fútbol femenino en todos sus aspectos, tanto en el campo como en los despachos.
Una estrategia propia para éste, una exigencia mínima de presencia femenina por Confederación dentro del Consejo de la FIFA -órgano por el que cambió el Comité Ejecutivo- y una inversión de entre 400 y 500 millones de dólares desde este año hasta 2022 sustentan su idea en esta materia.
El estallido del "FIFA Gate" a principios de verano de 2015, operación desveló a la opinión pública supuestos casos de corrupción de directivos de la FIFA -algunos juzgados en Estados Unidos- y que se llevó por delante a su entonces presidente, Joseph Blatter, y a su considerado delfín, Michel Platini, provocaron el salto de Infantino desde la secretaría general de la UEFA a la presidencia de la FIFA.
Pero también obligó a que éste abanderara un proceso de cambios con los términos transparencia, integridad y buen gobierno como faros. Derivados de éstos en FIFA existe ahora limitación de mandatos de sus dirigentes -doce años-, procesos y votaciones abiertas en el Congreso para elegir las sedes mundialistas y medidas exigentes de cumplimiento y ética.
Dentro de su política de buen gobierno la "Estrategia FIFA 2.0" para el futuro del fútbol continuará como guía de la presidencia de Infantino, quizá mínimamente alterada por unas recientes críticas hechas por Michel Platini, el expresidente de la UEFA con quien trabajo en ésta durante siete años.
A cuatro meses de cumplir los cuatro años de inhabilitación que le impusieron por haber incumplido el código ético de la FIFA cuando pretendía presidirla, Platini se desmarcó hace 24 horas con la afirmación de que quien fue su mano derecha en la UEFA "no tiene ni la legitimidad ni la credibilidad para ser presidente de la FIFA".
De momento, Infantino ha optado por el silencio a la espera probablemente de que el Congreso de mañana se convierta en la mejor respuesta.