La selección de España sub 21 se enfrentará este domingo a la de Alemania en la final del Europeo de categoría, en un partido en el que puede vengar la derrota sufrida contra los alemanes en 2017 y convertir su generación en histórica.
Hace dos años en Polonia, un gol de Mitchel Weiser negó a España la gloria europea y el seleccionado de Luis De La Fuente consiguió otra oportunidad para olvidar ese disgusto, esta vez con el estadio Dacia Arena de Udine (norte de Italia) como escenario.
Siete de los jugadores de esta plantilla también estuvieron en la final de hace dos años en Cracovia, Dani Ceballos, Borja Mayoral, Jorge Meré, Jesús Vallejo, Mikel Oyarzabal, Carlos Soler y Mikel Merino, y el encuentro de Udine amplifica sus motivaciones.
Tal y como reconoció el seleccionador Luis De La Fuente, la derrota en el estreno contra la anfitriona Italia hizo más fuertes a su plantilla, que llega al momento clave del Europeo en su mejor estado de forma, a nivel mental e incluso físico.
Estuvo al borde del abismo la Roja, que evitó la eliminación gracias a un gol de Pablo Fornals en el minuto 90 del segundo partido, contra Bélgica, y tras salvarse se convirtió en una auténtica apisonadora.
Llega a la final tras arrollar 5-0 a Polonia y golear 4-1 a Francia en la semifinal, con dos prestaciones sobresalientes tanto en ataque como en defensa.
El cambio de ritmo lo favoreció una intuición de De La Fuente, que apostó a partir del cruce con el seleccionado polaco por un once repleto de técnica y sin un nueve clásico. Alineó a Mikel Oyarzabal en la delantera, delante de Ceballos, Fornals, Fabián Ruiz y Dani Olmo y los protegió con Marc Roca.
Tras marcar tres goles en dos partidos, la Roja anotó nueve en dos encuentros y todas estas dianas se han repartido de forma equilibrada para confirmar que "el mejor jugador de España es el equipo", como afirmaba De La Fuente al acabar el duelo con Francia.
Algo que se refleja en los artilleros españoles en este torneo. Ya marcaron siete jugadores distintos en cuatro partidos: Borja Mayoral (2), Mikel Oyarzabal (2), Dani Ceballos (2), Pablo Fornals (2), Dani Olmo (2), Fabián (1) y Roca (1).
Es con este planteamiento táctico, sin nueve clásico, que España debería encarar la final con Alemania.
Antonio Sivera, decisivo con una gran parada ante Francia, ocupará la portería, con Martín Aguirregabiria en el lateral derecho, Jesús Vallejo y Unai Nuñez en la zaga y uno entre Junior Firpo y Aarón Martín en el carril izquierdo.
Confirmado el centro del campo, con Roca como perno, Fabián, Ceballos, Olmo y Fornals en línea de tres cuartos y Oyarzabal en la delantera.
En frente, España tendrá a una Alemania que alcanzó una nueva final sub-21 con su juego técnico y vertical, hecho de fuerza y rapidez, y liderado por un Gian-Luca Waldschmidt que marcó siete goles, viendo puerta en todos los partidos.
Zurdo puro, el delantero del Friburgo marcó desde dentro del área, desde fuera, de penalti y de falta directa. Vive el momento más brillante de su joven carrera, a sus 23 años, y viene de endosar un doblete a Rumanía en la semifinal.
Saldrá desde el comienzo acompañado por Nadiem Amiri, también autor de un doblete ante el seleccionado rumano, delante de un la línea de centrocampista de gran dinamismo, formada por Mahmoud Dahoud, Levin Oztunali y Florian Neuhaus.
España, que se encuentra concentrada en Udine desde este viernes, se entrenará en la víspera en el césped del estadio Dacia Arena, donde este domingo buscará poner la guinda a una generación memorable.