El París Saint Germain (PSG) duda sobre la conveniencia de alinear a Neymar en el partido de liga del domingo o en el siguiente, el día 30, por el avance de la recuperación de su lesión, pero sobre todo por la incertidumbre sobre si conseguirá venderlo de aquí al fin del mercado el 2 de septiembre.
Hasta ahora el entrenador, Thomas Tuchel, ha justificado oficialmente la ausencia de Neymar porque todavía no estaba restablecido de la lesión del 5 de junio en un partido amistoso con la selección de Brasil.
Las cosas pueden cambiar el domingo ante el Toulouse en el Parque de los Príncipes ya que, según "Le Parisien", podría comenzar o bien terminar ese encuentro de la tercera jornada de liga ante su hinchada.
Es verdad que no está todavía al 100 %, pero ya se entrena con el resto de sus compañeros y el diario afirma que ya está apto para volver a la competición.
El periódico reconoce que hay dos obstáculos a su reaparición con la camiseta del equipo francés, que no viste desde la pasada temporada.
La primera es el propio astro brasileño, que querría irse, y que a través de personas de su entorno maniobra para poder volver al Barcelona y multiplica los contactos con el Real Madrid y el Juventus de Turín para forzar al club catalán a aumentar sus ofertas.
El Barça ha planteado varias propuestas al PSG, tanto las que incluían un canje de otros jugadores como la de un préstamo de una temporada con una opción de compra al finalizar, pero todas han sido rechazadas por el director deportivo, Leonardo de Araujo.
Esta última, sin embargo, no está totalmente descartada -según "RMC Sports"-, pero a condición de que el montaje de la operación llegue a 200 millones de euros, en torno a lo que exige el club francés.
Este medio señala que el Real Madrid, que tiene mejores relaciones con el PSG que el Barcelona, también está al acecho y aunque las discusiones no han avanzado mucho por el momento, todo podría decantarse rápidamente.
En cuanto al Juventus de Turín, que aparece asociado al culebrón Neymar estos últimos días, la razón es que quiere ceder a Paulo Dybala, y que a su vez el club francés tiene un interés real por el internacional argentino.
La idea de convocar al delantero brasileño para alguno de los dos próximos partidos de liga que se van a jugar antes del cierre del mercato genera, además, división en el interior del PSG.
Está el recuerdo de la reacción hostil contra el delantero brasileño de una parte de los aficionados el día 11 en el partido contra el Nimes en el Parque de los Príncipes, que no se privaron de lanzar mensajes ofensivos e insultos.
El problema de la reconciliación con el público se planteará de forma obligatoria si el PSG no ha conseguido su traspaso de aquí al 2 de septiembre. Tuchel ha repetido, por activa y por pasiva, que Neymar es su jugador y que lo defenderá.
En caso de que nadie quiera pagar una cantidad al menos equivalente a los 222 millones de euros que el PSG tuvo que desembolsar hace dos años para quitarle el astro brasileño al Barça, y que equipo de la capital francesa no ceda y rebaje sus ambiciones, la intervención del entrenador puede no ser suficiente para esa reconciliación.
Porque habría que esperar otros seis meses antes de que se abriera otra ventana de oportunidad para un fichaje en el mercado de invierno.
Neymar, en cualquier caso, está convocado por el seleccionador brasileño para dos partidos amistosos, contra Colombia el 7 de septiembre en Miami y el 11 contra Perú en Los Ángeles.