Sevilla, 6 sep (EFE).- La feracidad de la campiña sevillana no sólo da tomates, ya que su cosecha de futbolistas internacionales ha hecho que coincidan en la selección española dos jugadores de Los Palacios y Villafranca, Jesús Navas y Fabián Ruiz, y otro nacido a trece kilómetros, en Utrera, Dani Ceballos.,Los Palacios y Villafranca es un pueblo de casi cuarenta mil habitantes situado a 21 kilómetros de Sevilla que, hasta la irrupción de futbolistas como Navas o Fabián, tenía hijos ilustres de
Sevilla, 6 sep .- La feracidad de la campiña sevillana no sólo da tomates, ya que su cosecha de futbolistas internacionales ha hecho que coincidan en la selección española dos jugadores de Los Palacios y Villafranca, Jesús Navas y Fabián Ruiz, y otro nacido a trece kilómetros, en Utrera, Dani Ceballos.
Los Palacios y Villafranca es un pueblo de casi cuarenta mil habitantes situado a 21 kilómetros de Sevilla que, hasta la irrupción de futbolistas como Navas o Fabián, tenía hijos ilustres de otros ámbitos como Andrés Bernáldez, confesor de la reina Isabel la Católica, o el escritor Joaquín Romero Murube, quien le dedicó el impagable 'Un pueblo lejano'.
Hoy, este pueblo "abierto y llano, abrasado de sol por los estíos", como escribió Romero Murube, es conocido, además de por su inmarcesible tomate, por ser la cuna de dos futbolistas que se llevan diez años, Navas 33 y Fabián 23, y que han considerado como "un orgullo muy grande" llevar su nombre por el Mundo.
Fue Jesús Navas el primero que fue agasajado en el balcón del ayuntamiento de su pueblo tras ganar el campeonato del Mundo de Suráfrica de 2010 y allí "abajo" estaba Fabián con catorce años, con la admiración hacia su paisano y con las ilusiones de un niño que ya rompía botas en la ciudad deportiva del Betis.
"Cómo olvidarlo. Tenía catorce años y yo era allí el primero", afirma el hoy centrocampista del Nápoles, quien pagó su cláusula de treinta millones de euros al Betis, en declaraciones junto a Navas difundidas en la cuenta de Twitter de la selección española.
Ambos abundan en el orgullo tan grande y la dificultad de coincidir "en una selección como ésta" dos jugadores del mismo pueblo, uno sevillista, club al que volvió en 2017 tras cuatro años en el Manchester City inglés; y otro bético irredento en comisión de servicios en Nápoles a las órdenes de Carlo Ancelotti.
Ese niño que con catorce años vitoreó al Navas campeón del Mundo en 2010 también fue recibido y agasajado en el balcón del ayuntamiento de su pueblo el pasado julio tras proclamarse campeón del Mundo sub-21 y ser elegido mejor jugador del campeonato disputado en Italia y San Marino.
Y como símbolo de su consagración, además de los vítores, Fabián recibió su peso en tomate, en lo que los productores de su pueblo se 'estiraron' al regalarle ochenta kilos en lugar de los setenta y siete que le correspondía por lo que daba la báscula.
Jesús Navas correspondió a los halagos de Fabián, ya consolidado en la selección de los mayores, y afirmó que "va en la línea adecuada y que está haciendo las cosas muy bien: además hizo un grandísimo trabajo durante el campeonato", añadió.
Antes de Jesús Navas y Fabián, el futbolista más conocido de Los Palacios fue el central Joaquín Bornes, quien se retiró en 2010 en el Jerez Industrial tras una carrera en la que militó en Recreativo de Huelva, Betis, Elche, Raith Rovers escocés y Ponferradina.
Muy cerca de Los Palacios, en Utrera, nació otro de los internacionales sevillanos que jugaron anoche ante Rumanía, el centrocampista del Real Madrid cedido en el Arsenal inglés Dani Ceballos, último gran producto de la cantera utrerana tras el fallecido José Antonio Reyes.
El cuarto sevillano ante Rumanía fue el central madridista Sergio Ramos, aunque de más lejos de la campiña, de Camas, más feraz en los toros que en el fútbol.