El seleccionador del equipo nacional de Bulgaria, Krasimir Balakov, ex jugador de Sporting y Stuttgart, dimitió este viernes, tras la derrota de sus jugadores (0-6) en el partido contra Inglaterra el pasado lunes en Sofía y el escándalo por los insultos racistas de la hinchada ese día.
Según informa la agencia Dnevnik.bg, Balakov presentó su renuncia al cargo ante el comité ejecutivo de la Unión Búlgara de Fútbol, tres días después de que el presidente de esa Unión, Borislav Mihaylov, anunciara asimismo su retirada.
El exinternacional Krasimir Balakov, de 53 años y considerado uno de los mejores jugadores búlgaros de la historia y de su generación tras Hristo Stoichkov, permaneció así pocos meses como técnico de la selección nacional de su país, pues había sido confirmado en ese puesto recién en mayo pasado.
Un congreso de la federación búlgara deberá ahora elegir un nuevo presidente, para lo cual dimitieron formalmente este viernes todos los miembros de su comité ejecutivo.
Borislav Mihaylov, the president of the Bulgarian Football Union, has resigned following the racist abuse directed at England players during Monday night’s match. https://t.co/trSxLjs0Ts
— Twitter Moments (@TwitterMoments) October 15, 2019
El encuentro Bulgaria-Inglaterra de clasificación para la Eurocopa 2020, que terminó el lunes con la peor derrota de Bulgaria en un partido oficial jugado en casa, fue interrumpido dos veces en la primera parte ante los insultos racistas de la hinchada local contra algunos jugadores negros de Inglaterra.
Al día siguiente, la UEFA responsabilizó a la federación búlgara de incumplir su normativa disciplinaria y de seguridad por comportamiento racista, lanzamiento de objetos, interrupción del himno nacional y repeticiones en pantallas gigante; y ha abierto un procedimiento disciplinario.
En reacción a lo ocurrido, el Gobierno búlgaro exigió la dimisión de Mihaylov, quien este viernes declaró a la prensa que su mayor error fue haber sido "demasiado bueno y atento hacia todos".
El dimisionario presidente accedió al cargo en 2005 y bajo su mandato la selección búlgara no logró clasificarse a ninguna fase final de la Eurocopa ni el Mundial.