Murcia, 5 nov (EFE).- El juicio por el que el empresario mexicano Mauricio García de la Vega reclama que se anule la ampliación de capital del Real Murcia, del que dice ser dueño, ha quedado visto para sentencia este martes en el juzgado de lo mercantil número 1 de Murcia, que decidirá de quién es propiedad el club de fútbol.,El equipo de Segunda B, con el notario Francisco Tornel como máximo accionista y presidente, ha estado representada por su secretario, Antonio Ruiz, y el consejero Francisc
Murcia, 5 nov .- El juicio por el que el empresario mexicano Mauricio García de la Vega reclama que se anule la ampliación de capital del Real Murcia, del que dice ser dueño, ha quedado visto para sentencia este martes en el juzgado de lo mercantil número 1 de Murcia, que decidirá de quién es propiedad el club de fútbol.
El equipo de Segunda B, con el notario Francisco Tornel como máximo accionista y presidente, ha estado representada por su secretario, Antonio Ruiz, y el consejero Francisco Miró, quienes han comparecido ante la jueza María Dolores de las Heras, quien ha escuchado a los abogados de ambas partes y a varios testigos.
García de la Vega, representado por el letrado Agustín Amorós, defiende que sigue teniendo validez el 82 % de las acciones que compró al anterior presidente, el empresario extremeño Raúl Moro, que en su momento lo hacían accionista mayoritario, antes de que en esa ampliación de capital se ingresaran 1,3 millones de euros.
Posteriormente fue Tornel el que al poner 200.000 euros se convirtió en máximo accionista y meses más tarde, en presidente.
Todos los que han pasado por el estrado han coincidido al hablar de "la necesidad" de ampliar capital para evitar la disolución y "pagar a los jugadores las nóminas atrasadas, a acreedores, entre ellos, la Agencia Tributaria, y hasta la luz"", ha indicado Miró.
El expresidente del club Víctor Gálvez ha dicho no recordar haber dicho que García de la Vega entraría en el club por encima de su "cadáver", que devolvió el club a la Plataforma de Apoyo al Real Murcia "porque es gente de aquí", lo que prefería a dárselo de nuevo al extremeño o al mexicano.
Sobre la decisión adoptada en la controvertida asamblea del pasado año, impugnada por García de la Vega, de aprobar la ampliación de capital, Gálvez ha comentado que "no había más remedio que hacerlo así o disolver el club: hicimos lo correcto".
Stefan Settels, exsecretario y exconsejero del Murcia, ha afirmado que "Corporación Augusta -empresa de Moro- tenía el 10 % de las acciones, según el Consejo Superior de Deportes, y antes de que Gálvez saliera había 3.000 o 4.000 euros en caja".
Por ello, "hacía falta ampliar capital y hoy podemos decir que gracias a ello las cuentas están mejor que el año pasado, pues se ha reducido deuda y se han incrementado los activos, aunque el Murcia sigue en causa de disolución", ha añadido.
Amorós ha recordado que hay un laudo del Tribunal de Arbitraje Deportivo que "acredita la propiedad del Murcia por parte de Iconos Nacionales", empresa del mexicano, "porque se produjo la compraventa entre esa empresa y Corporación Augusta".
Ha considerado "indebida" la denegación de la inscripción de la compañía de su representado y expuesto que "no se discute que hiciera falta ampliar capital en el Murcia, pero sí el modo de hacerlo".
Ha acusado a Gálvez de "tratar el Murcia como si fuera suyo y lo demuestra diciendo en primera persona que devolvió el club y negándose a inscribir a Iconos Nacionales en el libro de socios, lo cual es una golfada".
Antonio Rubio, abogado del Murcia, ha pedido que se desestime la demanda y declarado que García de la Vega "no puso ni un euro en los meses que estuvo en el club".
Ha insistido en que "el acuerdo de ampliar capital no es contrario a la ley" y que el Murcia "no debe ser tratado como una mercantil al uso, pues es un club deportivo con arraigo social".