Dos técnicos españoles llevan al Independiente del desencanto a la ilusión
Quito, 6 nov (EFE).- El Independiente del Valle (IDV) tiene un antes y un después en su historia con dos entrenadores españoles como protagonistas.,Apostó por la entrega de su equipo respaldado por una rica cantera al valenciano Ismael Rescalvo, pero perdió, ya que éste, de 37 años, no se resistió en abril a una oferta del Emelec de Guayaquil.,Sin mucho tiempo para las despedidas, el exjugador, formado en las categorías inferiores del Levante, partió a Guayaquil y los directivos del Independient
Quito, 6 nov .- El Independiente del Valle (IDV) tiene un antes y un después en su historia con dos entrenadores españoles como protagonistas.
Apostó por la entrega de su equipo respaldado por una rica cantera al valenciano Ismael Rescalvo, pero perdió, ya que éste, de 37 años, no se resistió en abril a una oferta del Emelec de Guayaquil.
Sin mucho tiempo para las despedidas, el exjugador, formado en las categorías inferiores del Levante, partió a Guayaquil y los directivos del Independiente del Valle debieron moverse rápido para llenar el vacío en su banquillo.
Le dieron la oportunidad a Miguel Ángel Ramírez, un entrenador de 35 años nacido en Las Palmas con un doctorado en Ciencias de la Actividad Física que, a diferencia de Rescalvo, no llegó a jugar profesionalmente al fútbol.
Lo que en principio generó pánico entre la pequeña pero fiel hinchada del Independiente, fue tomado después con alivio porque Ramírez pronto alcanzó con sus pupilos una velocidad de crucero mientras el Emelec de Rescalvo sufrió hasta la última jornada, el pasado sábado, para conseguir una plaza en la liguilla final del campeonato ecuatoriano.
Casi siete meses después de haber llegado al banquillo del equipo que disputará este sábado con el Colón argentino la final de la Copa Sudamericana de 2019, Ramírez insiste en que no buscó la oportunidad de dirigir a un equipo profesional en Ecuador.
"Me gusta mucho la formación, entrenar. Paso más tiempo con las formativas que con el primer equipo", afirmó el técnico de Las Palmas y antiguo asistente de la selección catarí sub-19.
Después de una experiencia de seis años en Catar, el canario llegó a Ecuador en junio de 2018 contratado para dirigir la cantera del Independiente del Valle.
El inesperado giro que dio su vida lo ha atribuido a los resultados que ha ofrecido a los directivos.
"El club no me dio la confianza, la confianza se construye y seguramente hice algo para construirla y el club también. Y juntos hemos determinado qué era lo mejor en el primer equipo", explicó.
"Pequeñas metas en pequeños pasos", es como un mantra que Ramírez suele repetir a sus jugadores.
Recientemente afirmó que nunca soñó con llegar a la final de la Copa Sudamericana. "No acostumbro a soñar con cosas que no veo realizables", apostilló.
La del sábado será la segunda final de un torneo internacional que dispute el Independiente. En 2016 perdió el título de la Copa Libertadores ante el Atlético Nacional colombiano.
Y aunque el título ecuatoriano aún le resulta esquivo al Independiente, es el equipo de moda en el país.
Tiene una hinchada pequeña que, según su más visible líder, Michel Deller, permite a los directivos tomar ciertas decisiones, a veces arriesgadas pero con visión de futuro.
Un margen de maniobra así no se permiten los grandes clubes, matizó Deller.
Así fue como en 2010 y 2011, cuando el equipo estuvo a punto de regresar a la Segunda División, y pese al riesgo, los directivos siguieron apostando por los jóvenes. Y no perdieron.
Oriundo de Sangolquí, una ciudad cercana a Quito que no es ni mucho menos cuna de grandes futbolistas, el Independiente del Valle dio una lección a los equipos tradicionales con esta apuesta y su importante inversión en la cantera.
Ahora, acomodado en Primera División, el Independiente es el nuevo proveedor de jugadores de la selección ecuatoriana en todas sus categorías, que antes se nutría, especialmente, de clubes como Barcelona, Liga Deportiva Universitaria y Emelec, considerados los más fuertes del balompié nacional.