Murcia, 7 nov (EFE).- El notario murciano Francisco Tornel sigue siendo el dueño del Real Murcia al desestimar los tribunales la demanda del empresario mexicano Mauricio García de la Vega, quien pidió que se anulara la ampliación de capital que le hizo dejar de ser el propietario de la entidad hace un año. ,Apenas 48 horas después de la vista celebrada este martes en la Ciudad de la Justicia de Murcia la juez María Dolores de las Heras, titular del juzgado de lo mercantil número 1, ha dictado un
Murcia, 7 nov .- El notario murciano Francisco Tornel sigue siendo el dueño del Real Murcia al desestimar los tribunales la demanda del empresario mexicano Mauricio García de la Vega, quien pidió que se anulara la ampliación de capital que le hizo dejar de ser el propietario de la entidad hace un año.
Apenas 48 horas después de la vista celebrada este martes en la Ciudad de la Justicia de Murcia la juez María Dolores de las Heras, titular del juzgado de lo mercantil número 1, ha dictado una sentencia que considera legal la ampliación de capital para evitar la disolución del club.
García de la Vega no estaba contra esa medida, pero sí discutía la forma de aplicarla, dado que en la tercera fase se limitaba la aportación de capital a quienes no fueran socios y al mexicano se le negó la inscripción en el libro que registraba a estos y por eso acudió a los tribunales.
García de la Vega era el máximo accionista del club con el 82 % de los títulos en su poder, pero la ampliación, aprobada en una controvertida asamblea y con la que llegaron 1,3 millones de euros al club, cambió sustancialmente el panorama, dado que ese porcentaje pasó a ser de un exiguo 10 %.
Con ello Tornel logró aportando 200.000 euros desbancar al dueño de la empresa Iconos Nacionales y convertirse en el propietario de la entidad, de la que luego fue nombrado también presidente.
El auto detalla que si García de la Vega no está inscrito en el libro de socios fue por no haber pedido judicialmente que se ejecutara el laudo que se emitió en ese sentido De las Heras también remarca que queda "acreditado" que el acuerdo de limitar la adquisición de acciones a foráneos se tomó "para proteger el interés social", y es que el Murcia pretendía que un inversor no vinculado al club se hiciera con el mando.
La sentencia, que puede ser recurrida, también lleva aparejadas al pago de las costas procesales por el demandante.