Batalla campal en mitad de un partido entre dos equipos de Primera Regional de Asturias

Pese a los trabajos que se realizan desde diversas instituciones y clubes de fútbol para que la violencia en este deporte no sea protagonista de ningún partido, este pasado domingo sucedió un lamentable episodio en un encuentro de Primera Regional disputado en Oviedo. Una pelea que obligó a suspender el partido que se jugaba en esos momentos.

El partido que enfrentaba al Pumarín y al Luarca tuvo que ser suspendido después de que se desatara una batalla campal entre los equipos, que terminaron a golpes sobre el terreno de juego, tal y como señala La Nueva España.

Todo comenzó en la grada cuando una aficionada del Pumarín se encaró con un seguidor del Luarca. Algunos testigos apuntan a que la seguidora le escupió y que el visitante, padre de dos jugadores del Luarca, respondió empujándola.

Aunque la versión de la aficionada es diferente. En cualquier caso, fue el origen de una pelea que terminó sobre el césped y en la que hubo "puñetazos y patadas", tal y como recoge el acta del partido, que acabó siendo suspendido a los 81 minutos de juego tras personarse la policía en el campo.

El colegiado señala en el acta que "el partido se detuvo debido a un enfrentamiento entre los espectadores en la grada que, según nos comunican al término del encuentro ambos delegados, se produce entre los aficionados de ambos clubes. A continuación, distintos jugadores suplentes y miembros del cuerpo técnico del club local, entre los que identificamos al delegado local, se dirigieron de forma amenazante a la grada. Debido a este motivo, varios jugadores del equipo visitante se dirigieron a la zona del banquillo local, iniciándose un tumulto entre los jugadores y cuerpo técnico de ambos clubes".