Cada uno tiene sus prioridades y Michael Ballack lo tiene claro. El que fuera jugador del Chelsea, entre otros equipos, estuvo este sábado por la noche en un show en una discoteca de Ibiza, pero su mente estaba en otro lado. Mientras se producían los bailes al lado suya, Ballack no podía quitar la mirada del teléfono móvil, viendo la final de la Champions League en directo y el desenlace final del encuentro. Un encuentro que, como todos saben, acabó con la segunda orejona de los 'blues'.