El árbitro Antonio Mateu Lahoz interrumpió la final de la Copa de Grecia que disputan el PAOK y el Panathinaikos por el lanzamiento de una piedra que impactó sobre el español Aitor Cantalapiedra, que tuvo ser atendido sobre el césped tras marcar de penalti el único tanto del partido.
A los 34 minutos, Cantalapiedra transformó desde los once metros una pena máxima con la que el Panathinaikos se adelantó en una final marcada por los continuos incidentes protagonizados por los aficionados de ambos equipos.
Mateu Lahoz retrasó el inicio del partido después del lanzamiento de bengalas y de gases lacrimógenos que impidieron el comienzo normal del duelo por falta de visibilidad. Los jugadores se retiraron a los vestuarios y después de casi media hora volvieron a saltar al terreno de juego.
Ahora, de nuevo han tenido que retirarse del césped y están a la espera de reanudar un choque repleto de incidentes.