Sólo hay tres futbolistas que hayan jugado todos los partidos en esta edición de la Liga de Naciones, Gavi Paéz, Unai Simón y Pablo Sarabia, que este viernes volvió a marcar para reenganchar a España en la lucha por el primer puesto de su grupo y para demostrar, al tiempo, por qué es uno de los jugadores intocables en el ataque de Luis Enrique.
El debate en la delantera de España es interminable, Morata, De Tomás, Asensio, Dani Olmo, Ferrán Torres… son muchos los atacantes que han intentado convencer al seleccionador para ganarse un puesto fijo en el once durante estos cuatro partidos de la Liga de Naciones, pero parece que una de las tres plazas tiene nombre propio, Pablo Sarabia, indispensable.
El jugador del PSG, cedido esta temporada en el Sporting de Portugal ha firmado una campaña notable, con 15 goles y 7 asistencias en los 29 partidos que ha disputado. Luis Enrique no ha perdido ojo a sus actuaciones, es un jugador que le encanta por su calidad y su versatilidad así lo ha manifestado públicamente en varias ocasiones.
Este viernes lo volvió a demostrar en Ginebra. Su facilidad para jugar tanto a banda cambiada por la derecha, como a pierna natural por la izquierda, permiten a Luis Enrique incorporar muchas variantes a su juego ofensivo.
El extremo del Sporting tiene un guante en su zurda, durante la primera parte jugó por el flanco izquierdo con la consigna de abrir el campo y servir balones al 7, Álvaro Morata. Aunque su afilado olfato para el gol y su gran disparo lejano, lo convierten también en un peligro constante para la defensa rival tanto fuera como dentro del área.
En una buena combinación de España, Sarabia hizo de '9' para rematar a placer un balón en el corazón del área servido desde la derecha por Marcos Llorente.
Es su octavo gol con la camiseta de la selección. De la expedición que ha llevado Luis Enrique para disputar estos cuatro partidos, tan solo Ferran Torres (13) y Morata (26) lo superan en goles.
Ya fue unos futbolistas más destacados de España en la Eurocopa 2020 en la que disputó cinco de los seis partidos que jugó España y anotó dos goles.
Luis Enrique fue el primero en ir a felicitar al jugador tras ser sustituido. El técnico asturiano sabe que España tiene una asignatura pendiente con el gol, el equipo genera, domina, impone su fútbol, pero no marca y Sarabia, hoy vestido de héroe para salvar la hecatombe en Ginebra, tiene en su pierna izquierda un arma letal para desatascar partidos.