Un juez decretó la prisión provisional para Mathias Pogba después de resultar inculpado en el chantaje a su hermano Paul, campeón mundial con Francia y medio de la Juventus de Turín.
En este enmarañado y rocambolesco affaire también están implicados otros cuatro hombres, que habrían exigido a Paul 13 millones de euros a cambio de protección. Tres de ellos también han terminado encarcelados, mientras el cuarto aún no compareció ante el juez.
Todos ellos han negado los cargos de secuestro y chantaje, pero sí han reconocido haber presionado al futbolista. Ellos alegan también sufrir coacciones, amenazas y violentos ataques por parte de otros grupos no identificados. Dos de los hoy imputados, identificados como los hermanos K., fueron agredidos y uno de ellos recibió un disparo en la mano el pasado agosto.
Paul Pogba había presentado denuncias por la extorsión tanto en Italia como en Francia desde que en marzo pasado fuese intimidado en piso de un barrio de la localidad en la que creció, en Roissy-en-Brie -las afueras de París-, adonde lo había llevado amigos de infancia.
Ante la presencia de dos encapuchados armados con fusiles, exigieron a Paul 13 millones. Durante meses, este grupo de allegados supuestamente presionaron y acosaron tanto al internacional francés como a su entorno (su madre Yeo Moriba y su representante, la brasileña Rafaela Pimenta).
La investigación se convenció de que Mathias Pogba, hermano mayor de Paul, intermedió en esa extorsión, algo que él ha negado. Mathias decidió hacer público el asunto con un extraño vídeo a finales de agosto, cuando hablaba de "revelaciones sorprendentes" sobre su hermano y acerca de Kylian Mbappé.
Sobre el jugador del PSG, Mathias dijo que su hermano había contratado un hechicero para echarle un mal de ojo, extremo desmentido por el centrocampista de la Juve.