A sus 32 años, Bojan Krkic, quien fue la gran promesa de La Masia, acaba de colgar las botas y lo ha aprovechado para explicar los problemas de ansiedad que sufrió tras debutar con el primer equipo del Barcelona cuando todavía era un adolescente.
En una entrevista con EFE, Bojan expone cómo estos problemas le comportaron no participar en la Eurocopa de 2008 y recuerda los momentos luminosos que ha vivido en el fútbol y los motivos de su retirada.
Próximamente, se estrenará un documental sobre su vida producido por Never Say Never, con Oriol Bosch como director y Raül Llimós como productor ejecutivo.
A special day. A lot of emotions, like the first time I made my debut at Camp Nou. Thanks to everyone for making it possible. pic.twitter.com/nDYKCOh0Sq
— Bojan Krkic (@BoKrkic) March 23, 2023
Pregunta: ¿Se imagina vinculado al fútbol desde los despachos o los banquillos?
Respuesta: Sí, de hecho vengo formándome, sobre todo en gestión deportiva. Además, tengo las vivencias de mis muchos años como jugador. Creo que poder exteriorizar mis vivencias y emociones puede ser positivo para las nuevas generaciones. Pero, de momento, no tengo ningún objetivo a largo plazo.
P: ¿Cuándo se empezó a plantear la retirada?
R: Para mí, el paso por la MLS (la liga de los Estados Unidos, en la que jugó en el Montreal Impact) fue un reto como experiencia personal porque estuve un año fuera de casa y coincidió con el estallido de la pandemia. El país estaba cerrado y no podía venir a verme gente ni la podía ir a ver yo.
P: ¿Qué paso entonces?
R: Se me despertó la sensación de que me sentía bien, que estaba lleno personal y profesionalmente y no necesitaba más. Pero tenía en la mente que Japón era un reto que me gustaría vivir. Y así lo hice fichando por el Vissel Kobe. Al volver de Japón fue cuando me di cuenta de que era el momento de la retirada.
P: Cuando tuvo los problemas de ansiedad tras su debut con el primer equipo del Barcelona con tan solo 17 años, estos temas aún eran bastante tabú en la sociedad y, sobre todo, en el mundo del fútbol. ¿Se dio cuenta de lo que le sucedía?
R: Entendí perfectamente la situación general en la que me encontraba. Yo no tenía el control, lógicamente. En esa etapa estuve en buenas manos, con mis padres y del doctor Monseny, la persona que estuvo trabajando conmigo para afrontar esa situación. Fue un toque de atención que me mostró que algo había pasado. Era un reto que se debía afrontar y superar.
P: ¿La ansiedad le afectó más allá del fútbol?
R: Sí, cuando no estaba entrenando o jugando estaba en casa. No me relacionaba con nadie ni salía a la calle. Fueron unos meses de mucho trabajo personal y de seguir compitiendo. Estaba en el primer equipo del Barça y debía estar preparado para entrenar y jugar. Y, personalmente, trabajé para que esa situación no me paralizara por muy desagradable y dificultosa que fuera. Te debes levantar constantemente y buscar soluciones, no puedes pararte.
P: ¿La gente del fútbol fue comprensiva con usted?
R: Vivimos en un mundo muy competitivo y en el del fútbol no tienes que pedir la comprensión interna. Es algo que creo que es personal, el mundo competitivo no te regala nada ni te permite mostrar las debilidades. Cuando los compañeros del Barça empezaron a saber lo que me pasaba lo que se generó fue un aura de protección emocional. Aunque no creo que a uno le ayude el hecho de que el entorno le suavice la situación. Te tiene que fortalecer la realidad, a la que debes ser capaz de sobreponerte.