La relación de Dolores Aveiro con Georgina Rodríguez no ha sido el ejemplo de buena sintonía entre suegra y nuera. Desde que comenzara con Cristiano Ronaldo se ha hablado que las dos no se llevaban del todo bien, aunque desde hace unos meses parece que la situación se ha reconducido.
Todo se remonta al año 2016 cuando Cristiano comienza una relación con la de Jaca. La influencer trabaja en una tienda de lujo y cuando salta a la luz su noviazgo la expectación por conocerla aumenta por lo que tiene que dejar su trabajo por la presión de los medios y también porque el portugués le animó a hacerlo.
El portal Look desvela que cuando Georgina de instala en la casa del delantero en La Finca, Cristiano para hacerla sentir más cómoda le dice que puede cambiar todo lo que quiera de la casa y de la decoración.
La pareja del futbolista una de las primeras cosas que hace es quitar un cuadro que le hizo Paula Brito a Cristiano en donde aparecía él y su madre y que estaba situado encima de la chimenea, en un lugar muy visible de la casa.
Dolores Aveiro en una de las visitas se da cuenta de que esa imagen ya no está ahí y empieza a buscarla en otras estancias de la mansión hasta que la localiza en el garaje del futbolista. La madre se sintió desplazada y como si su foto fuera un trasto viejo.
Además de esto, la madre del portugués vio como era sustituida con su hijo por un retrato de Georgina como así lo afirmó el programa Noite das Estrelas de la cadena portuguesa CMTV. A partir de ahí las rencillas fueron en aumento.
No ha sido hasta hace unas semanas cuando las dos han conseguido limar asperezas. Parece ser que Hugo, el hermano de Cristiano, intervino para que las dos acercaran posturas y parece que ya tienen mejor relación. Sucedió justo después del cumpleaños del jugador del Al Nassr, que era el primero que celebraba en Arabia Saudí.