El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, pidió este lunes en Ceuta "calma" y "responsabilidad" a todos los dirigentes del fútbol español, tras las últimas manifestaciones y comunicados públicos por parte de clubes, porque "no se puede generar un ambiente hostil contra los árbitros ni criminalizar" a un colectivo.
Rubiales hizo esta reflexión en declaraciones a los periodistas durante la visita que ha hecho a Ceuta, junto al presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), Luis Medina Cantalejo, para mostrar en persona el respaldo de ambos al colegiado ceutí Antonio Pozo, que sufrió diversas heridas al ser agredido el pasado sábado por jugadores de un equipo juvenil a la salida del campo.
El máximo dirigente de la RFEF lamentó el clima de "crispación" que se está creando por parte de algunos responsables del fútbol nacional y afirmó que "no tiene ningún sentido", por lo que reclamó que se "vuelva a la calma", sobre todo en las declaraciones públicas que se realicen.
Hizo un llamamiento "a la tranquilIidad y a no contribuir a la crispación en toda España, para lo cual hay que pedir la máxima responsabilidad a todos los dirigentes del fútbol, porque no se puede generar un ambiente hostil contra los árbitros ni se puede criminalizar al colectivo arbitral", del que dijo que se sienten "orgullosos".
Rubiales consideró que muchos dirigentes "están haciendo deliberaciones que no contribuyen a la tranquilidad y por ello hay que pedir serenidad en momentos difíciles".
En relación al 'caso Negreira', comentó que "es de una época anterior" a su llegada y la de su equipo a la RFEF, e incluso se remonta a cuando él "era jugador", y añadió: "Sabemos que esos tiempos pasaron, se están poniendo los mecanismos para filtrar estas cuestiones, pero es algo que está 'sub iudice' y que no justifica las declaraciones incendiarias de los últimos tiempos".
Aseguró que no ha escuchado las declaraciones de este lunes del presidente del Barcelona, Joan Laporta, sobre este asunto, y dejó claro, además, que no entra "en declaraciones de los demás".
"Nosotros hemos dicho todo lo que teníamos que decir. El actual equipo gestor de la RFEF está lidiando con este tema y mostraremos la colaboración para que se llegue hasta el final", afirmó.
Preguntado por la agresión del jugador uruguayo Fede Valverde (Real Madrid) a Álex Baena (Villarreal) en la zona de aparcamientos del Santiago Bernabéu tras el partido de hace dos jornadas, precisó que "los órganos de la Federación tienen autonomía" y él "nunca" habla de eso, por lo que están "al margen" y desconoce "si ha llegado o no a Competición".
El presidente de la RFEF tampoco quiso pronunciarse sobre la posible eliminación de la Primera RFEF como tercera categoría nacional, "porque hoy no toca eso, sólo hablar de sacar las agresiones del fútbol", pues "no se pueden combatir los errores con violencia"
Sobre la agresión al colegiado ceutí, puntualizó que "son hechos tremendos que no se pueden justificar, es algo de canallas y lamentable, pero en el fútbol también se cuela gente que no tiene nada que ver con el espíritu de lo deportivo".
Agregó que el colegiado Antonio Pozo "ha sido agredido en la calle, lo cual es algo premeditado y con alevosía, y la verdad es que es más preocupante incluso, ya que los agresores han actuado con toda la frialdad", y anunció que los servicios jurídicos de la RFEF le asistirán "porque gente así sobra en el fútbol, ya que cuando se produce una agresión, se pierde la razón".
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