No es ninguna exageración decir que el Valencia CF solo ha hecho que empequeñecerse desde aquella final de la Copa del Rey que ganó en el Benito Villamarín el 25 de mayo de 2019. Desde entonces, aunque con otra final copera de por medio, las malas decisiones de Peter Lim han provocado que un club que en aquel año celebraba su Centenario se juegue 1.471 días después la permanencia en Primera División. Es cierto que el elenco de Rubén Baraja lo tiene todo de cara estadísticamente para sellar la salvación, pero analizándolo en frío, es triste que el objetivo de un club con tanta historia sea ese.
El 25 de mayo de 2019, el club valenciano se impuso en la final de la Copa del Rey disputada en Sevilla al Barcelona por 2-1 con tantos de Kevin Gameiro y Rodrigo Moreno, en el que fue el momento de mayor brillantez de la década. Sin embargo, aquel éxito, que supuso el momento más potente de la etapa actual del Valencia, iniciada en 2014 con la llegada del empresario Peter Lim como máximo accionista, se convirtió en la cima desde la que muy pronto el Valencia empezó a despeñarse en dirección a un precipicio cuyo fondo podría no haber tocado todavía.
Tras el verano, se sucedieron las marchas de Marcelino García Toral y Mateu Alemany, que dejaron al Valencia CF en una situación crítica.
¡Qué bonitos recuerdos!
Cómo pasa el tiempo… https://t.co/SQQmXgeKsf— Marcelino Garcia Toral (@Marcelino) May 25, 2023
Hay hasta nueve resultados que hacen que el Valencia CF esté automáticamente salvado y solo dos carambolas le mandan a Segunda:
Peter Lim vete ya, el Valencia merece más