La goleada de Estados Unidos frente a México por 3-0 acabó este jueves en Las Vegas (EE.UU.) de forma lamentable, ya que los repetidos gritos homófobos en español que se escucharon desde las gradas obligaron a terminar el partido cuando todavía quedaban unos minutos por jugarse.
Esta segunda semifinal de la Liga de Naciones de la Concacaf (la primera se la llevó Canadá por 0-2 ante Panamá) enfrentó a EE.UU. y México en un Allegiant Stadium de Las Vegas con un gran ambiente y 61.000 espectadores en los asientos, según la retransmisión estadounidense.
Los gritos homófobos cuando el portero de EE.UU., Matt Turner, iba a golpear el balón empezaron a escucharse en la primera parte, lo que llevó a las autoridades del estadio a pedir a través de las pantallas que pararan esos insultos discriminatorios.
Esa vergonzosa conducta -que se escuchaba perfectamente en la retransmisión televisiva- continuó más adelante y, cuando el reloj marcaba el minuto 89 y ya con el 3-0 en el marcador, el árbitro salvadoreño Iván Barton, siguiendo el protocolo para estos casos, detuvo momentáneamente el encuentro mientras la megafonía del recinto pedía a los espectadores que detuvieran esos gritos.
Para apoyar no hay que insultar. Lo que está mal, está mal#WhatsWrongIsWrong pic.twitter.com/fKPjoCu6wT
— Concacaf Nations League (@CNationsLeague) June 16, 2023
Debido a que la segunda mitad había sido muy brusca y con constantes enfrentamientos entre los jugadores (hubo cuatro expulsiones, dos por cada equipo), el árbitro decretó 12 minutos de descuento.
Sin embargo, y cuando todavía quedaban varios minutos para finalizar ese tiempo añadido, el colegiado dio por finalizado el partido antes de la hora, de nuevo siguiendo el protocolo, al comprobar que una amplia parte de los espectadores seguían con los gritos homófobos.
La Liga de Naciones de la Concacaf continuará el domingo, también en Las Vegas, con su final entre EE.UU. y Canadá y su partido de tercer y cuarto puesto entre México y Panamá.