El Valencia CF finalmente cerró el curso en una pésima decimosexta posición, que le sirvió para salvar el descenso a Segunda División, pero no para camuflar una temporada catastrófica. La ley establece que un 25% del reparto de los derechos televisivos es en base a los resultados deportivos. A nivel económico, el club de Mestalla solo recibe el 1,25 por ciento del montante de dinero total por ingresos televisivos. Lo cual viene a ser un total de 4,46 millones de euros. Un ‘pellizco’ para las arcas de la entidad valencianista que debería haber sido mucho mayor, aunque ayuda teniendo en cuenta la situación tan delicada que atraviesa el club en este aspecto.
La economía sigue siendo un problema de demasiada magnitud para un equipo que cada verano tiene en la rampa de salida a sus mejores jugadores y trata de ‘sustituirlos’ con futbolistas cedidos o apuestas que son una incógnita. En los últimos años, futbolistas como Parejo, Kondogbia, Ferran, Rodrigo, Guedes y Carlos Soler han sido malvendidos y Meriton no ha fichado a jugadores contrastados para suplir sus bajas. Ahí se explica una recesión extrapolada a nivel de resultados deportivos que, a medida que se acentúa, afecta también a lo económico. Es decir, un bucle en el cual está sumido el Valencia y por el momento no logra escapar.
Estos ingresos son todavía menos directos si tenemos en cuenta que el dinero ganado por méritos deportivos se cobra en cinco temporadas y de la siguiente manera: 35%, 20%, 15%, 15%, 15%. Por tanto, el Valencia deberá gestionar muy bien sus cuentas para no tener que pasarlo tan mal como esta temporada. Y moverse bien en el mercado de fichajes para que el balance entre lo económico y lo deportivo mejore a nivel de resultados sobre el terreno de juego. Por el momento ya se están llevando a cabo operaciones estratégicas encaminadas a cambiar el rumbo de esta temporada y marcar la ruta del nuevo proyecto valencianista.