Manu Carreño: “Mientras a Rubiales no venga un juez a decirle que ha cometido un delito, no va a admitir nada”
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En ElDesmarque de madrugada hemos analizado las palabras de Rubiales
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Manu Carreño no se cree sus explicaciones
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El periodista asegura que la gestión ha sido nefasta
ElDesmarque tuvo acceso a la entrevista al completo de Luis Rubiales a Piers Morgan. Tras una hora y media de charla y preguntas, los tertulianos han analizado sus respuestas, entre ellos Manu Carreño.
El presentador de ElDesmarque de Telecinco ha entrado en el programa de madrugada para dar su opinión acerca de Rubiales. Al periodista no le convencieron ninguna de sus preguntas.
"Desde que terminó la final en Sidney, cada acto que ha ido haciendo Rubiales ha hecho una rueda más grande. Alguien debería decirle 'para'", dijo Manu Carreño. Además, asegura que el expresidente vive en una realidad paralela.
El periodista cree que sus respuestas son parecidas a las explicaciones que puede dar ante el juez. "La política de comunicación es nefasta. No sé quién será su asesor, pero no lo ficharíamos nunca", comentó.
Rubiales se ha negado siempre a pedirle perdón a Jenni Hermoso y en la entrevista también lo evitó. "El perdón se esperaba desde el minuto uno, pero es todo una huida hacia adelante. Ha sido todo mucho peor cómo lo ha gestionado, que lo que pasó, que ya era grave", terminó diciendo Manu Carreño.
Rubiales cree que es una campaña contra él
En la entrevista exclusiva que concedió al periodista británico Piers Morgan en el canal 'Talk TV' a la que ha tenido acceso ElDesmarque, Rubiales mantuvo su versión de que su "pico" a Hermoso fue fruto de un momento de euforia y no tuvo connotaciones sexuales.
"Creo que ha sido una bola de nieve, por varios intereses, algunos de ellos espurios, en contra de mí", dijo, sin explicar a qué intereses se refería.
En la entrevista, el expresidente de la RFEF comparó su reacción a la que puede tener la gente cuando gana la lotería o la que tendrán los habitantes de Ucrania cuando finalice la guerra en su país.
"En ese momento la gente no pide permiso", aseguró Rubiales al defender que su gesto fue espontáneo y fruto de la euforia, pese a que se trató de una "equivocación".