El Gobierno griego ha decidido cerrar hasta nuevo aviso el Estadio Olímpico de Atenas, el más grande del país, después de que una inspección revelara "problemas de estática" en la cúpula diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava, informó hoy el diario Kathimerini. Según el informe redactado por el Fondo de Desarrollo de Activos de la República Helena (TAIPED), la construcción de acero de la cúpula del estadio "no cumple con el mínimo nivel reglamentario de adecuación estática permitido".
Sin embargo, el documento señala que esos fallos no se deben al diseño ni a la construcción inicial de 2004, sino a la falta de mantenimiento de la cúpula por parte de las autoridades helenas.
Calatrava proporcionó al Gobierno griego en 2004 un detallado manual de mantenimiento de la cúpula del estadio, pero al parecer el documento se perdió, asegura la televisión privada MEGA.
Calatrava proporcionó al Gobierno griego en 2004 un detallado manual de mantenimiento de la cúpula del estadio, pero al parecer el documento se perdió, asegura la televisión privada MEGA.
"En 2015, el archivo (entero) que se refería al Estadio Olímpico no se encontraba en ninguna parte", aseguró a la televisión pública ERT el exviceministro de Deporte Stavros Kontonis.
Por su parte, el actual viceministro de Educación y responsable de Deportes, Yannis Vrutsis, evitó informar hoy sobre cuándo será posible que el emblemático estadio se abra nuevamente al público.
De hecho, ya en 2020, el actual primer ministro griego, el conservador Kyriakos Mitsotakis, se comprometió a iniciar un gran proyecto de renovación del estadio que hasta el momento no ha sucedido.
El Estadio Olímpico de Atenas tiene una capacidad máxima de 75.000 espectadores y fue la sede principal de los Juegos Olímpicos de 2004.
El 21 de septiembre pasado albergó a más de 60.000 aficionados que acudieron a ver el partido del Panathinaikos contra el Villarreal de la fase de grupos de la Liga Europa.
Calatrava ya tuvo problemas con su puente de Venecia, el Palacio de Congresos de Oviedo. se detectaron goteras en su Oculus del World Trade Center de Nueva York, humedades en el Auditorio de Tenerife y en Valencia se tuvo que cambiar el trencadís que recubría el Palau de les Arts