En Europa hay un problema con el fútbol. Y tiene que ver con los ultras. Cada día, acudir a los partidos de Champions, Europa League o Conference es más peligroso. Ya sea de local o de visitante, en cualquier momento puedes cruzarte con una jauría de ultras con intención de pelea.
Las competiciones nacionales tampoco se salvan pero es en Europa, dónde se ven los enfrentamientos más graves entre ultras. Este martes ocurrió en Sevilla, con la pelea de un grupo de Biris Norte con los ultras del Arsenal. Pasó en Lens, dónde el grupo ultra del PSV no paró de provocar problemas, primero con aficionados y más tarde con la policía. Incluso siguieron su 'guerra' dentro del estadio.
Y en Turquía, ultras del Galatasaray buscaron a los del Bayern de Múnich para provocar una multitudinaria pelea con varios heridos. Todo en un mismo día. El miércoles la cosa no descendió. En el Newcastle - Dortmund también se pegaron y en Alemania, los ultras del Estrella Roja metieron miedo por las calles de la ciudad. Y esto ocurre semana tras semana.
Galatasaray v Bayern München
Street clash before the match.#Ultras #Ultraswall #ChampionsLeague pic.twitter.com/A5aFl8MC36— Ultraswall (@ultraswall) October 24, 2023
Sin duda, esto es un problema cada vez más extendido. Y en la UEFA no saben como remediarlo. Los ultras no sólo viajan organizados y 'escondidos' entre los aficionados normales, sino que además lo hacen sin entrada, siendo casi imposible controlarlos por las calles de las ciudades.
Pese a los controles que impone la policía en los aledaños de los estadios, los ultras son capaces de encontrarse o incluso reunirse (como la pelea entre el Atlético y el Feyenoord) para llevar a cabo sus multitudinarias peleas. Puñetazos, patadas, lanzamiento de objetos, pirotecnia y destrozos de todo tipo por las calles de las ciudades europeas.
Ya no es política. No es ni rivalidad. Es pegarse por simplemente jugar contra su equipo. Un problema que se extiende día a día y que está haciendo que muchos aficionados tengan 'miedo' de ir con sus familias o amigos a los partidos europeos, ante la preocupación de que un ultra pueda agredirte.
¿La solución? Complicado de saber. Muchos apuntan a la prohibición de los ultras, pero se integrarán entre peñas o aficionados normales para entrar. Otros hablan de controles en los aeropuertos para evitar que viajen sin entrada, pero esto generaría un problema enorme a las compañías aéreas.
Una de las medidas que más se piden es la del control por parte de los propios clubes, facilitando nombres, fotografías e identificación de sus ultras tanto a la policía, como al personal de los aeropuertos, para intentar evitar esta entrada masiva de ultras en los partidos europeos.
Unas medidas que en muchos casos parecen imposibles y que está provocado (y espero no herir el sentimiento de los lectores) que el fútbol europeo se parezca cada vez más al sudamericano. Algo que destacó Simeone, asegurando que como Europa siga así, les pasará como en Argentina, que no pueda haber aficionados visitantes en los estadios.