El Brasil – Argentina comenzó con media hora de retraso debido a una batalla campal que se formó en la grada en la zona donde estaban situados los aficionados argentinos. Tuvo que actuar la policía, algo que provocó que el Dibu Martínez saltase a por uno de los cuerpos de seguridad y que Leo Messi dijese que no se jugaba el encuentro entre ambas selecciones.
Porque el ser humano no deja nunca de sorprendernos, en ElDesmarque nos hemos percatado de otra situación inverosímil de dicha indignante pelea. Y es que hubo aficionados que aprovechando la trifulca decidió que era el mejor momento de hacerse un selfi. Luis García y Lucía Taboada, en ElDesmarque Mediodía, analizaron estas imágenes llegando a una conclusión: “La gente no está bien de la cabeza”. En el vídeo superior, las imágenes de los aficionados haciéndose selfis en plena pelea.
El partido se acabó jugando, lo que pasa es que no sabemos a qué. Al fútbol no, desde luego. Los 90 minutos estuvieron marcados por la dureza de las entradas y la tensión de los jugadores. 42 faltas se cometieron en total. Solo una roja, a Joelinton, en una jugada que, viendo cómo se había desarrollado el resto del encuentro no debía ser ni amarilla.
Nicolás Otamendi fue el único capaz de desequilibrar el partido. Lo hizo rematando de manera espectacular un balón que puso con música Giovanni Lo Celso. El defensa central saltó por encima de toda la canarinha para batir a Allison y cerrar el partido. No se jugó más.
Después, solo quedaron explicaciones. "Era un partido muy duro. Nosotros veníamos de perder y ellos igual con gente que no estaba satisfecha. El partido fue parecido al de la Copa América. Ellos presionaban más arriba y a nosotros nos costaba hacer posesiones largas. Sabíamos que esto se resuelve en jugadas aisladas", dijo Leo Messi tras el encuentro.