Las obras de La Cartuja para el Mundial que afectarán a Betis y Sevilla: de las primeras imágenes a estar bajo sospecha
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Hace una semana se presentaron las primeras imáganes de su remodelación.
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Ahora, el estadio es uno de los focos de las investigaciones de la UCO.
En cuestión de una semana, el Estadio de La Cartuja de Sevilla ha pasado de vislumbrar las obras de remodelación para quitar la pista de atletismo con vistas al Mundial 2030 a verse salpicada por la investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en busca de posibles contratos irregulares de Luis Rubiales al frente de la RFEF.
Primeras imágenes de la remodelación de La Cartuja
El pasado miércoles 14 de marzo, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, compartía en sus redes sociales dos imágenes de las remodelaciones de La Cartuja y La Rosaleda. El estadio del Málaga CF tenía su propio vídeo ilustrativo, mientras que el sevillano, de momento, sólo goza de dos imágenes virtuales.
En noviembre del año pasado, las instituciones ya informaron de que el Estadio Olímpico sufriría unas obras importantes centradas sobre todo en eliminar la pista de atletismo y acerca las gradas al terreno de juego. A su vez, la capacidad del mismo rondaría los 75.000 espectadores.
Unas obras que, además, afectan de manera indirecta al Real Betis y el Sevilla FC, que tienen previsto jugar en La Cartuja cuando afronten las obras de sus respectivos estadios, el Benito Villamarín y el Sánchez-Pizjuán. El equipo verdiblanco, de hecho, tenía previsto jugar en el Olímpico a partir del próximo mes de agosto, fecha que posteriormente se había retrasado a enero de 2025 debido precisamente a las obras de La Cartuja.
"Hasta donde yo conozco, todos los procedimientos que se han hecho se han hecho en base a lo establecido en la ley", ha declarado este mismo jueves Juanma Moreno. "Desde la administración andaluza hay máxima colaboración y cooperación con cualquier acción judicial que haya en marcha", añadió.
La Cartuja, bajo sospecha
El caso es que el recinto sevillano es ahora uno de los focos de las investigaciones de la UCO, que ha recabado información y documentación en el Ayuntamiento de Sevilla y en el mismo estadio. Además, entre las detenciones producidas hasta el momento está la del hermano del director de Servicios Jurídicos de la RFEF, Ángel González Segura, quien a su vez es directivo la constructura Gruconsa, una de las empresas contratas para las obras en La Cartuja.
La Sociedad Estadio de La Cartuja, participada mayoritariamente por la Junta de Andalucía, invirtió en su día 3 millones de euros en cerca de una treintena de actuaciones para adecuar la instalación para los cuatro partidos de la Eurocopa 2020, que finalmente se jugó en verano de 2021. Choques por los que la UEFA abonó 800.000 euros, 200.000 mil por cada uno.
Las obras se emprendieron tras un acuerdo suscrito por la sociedad que gestiona el estadio y la RFEF, presidida por Luis Rubiales, para que la instalación sevillana acogiera la mayor parte de los encuentros oficiales de la selección española tanto masculina como femenina y las finales de la Copa del Rey. La última de ellas, la de esta misma temporada, que se jugará el 6 de abril entre el Athletic y el Mallorca.
El impulso a esta instalación vino de manos de la consejería de Deportes andaluza, entonces regida por el fallecido Javier Imbroda, quien firmó un acuerdo con la RFEF para revitalizar un estadio que había acabado en estado abandono y en su cierre parcial por el mal estado de sus cubiertas.