El compromiso ante el Lille es un buen examen para comprobar el rodaje de los leones. Iñigo Pérez sostiene que es "un partido, por la cercanía -de la competición oficial-, muy importante para nosotros; el Lille es un buen equipo, un buen test para medir cómo estamos, a ver cómo respondemos".
En el plano personal, su situación ha dado un giro de 180 grados con respecto al pasado verano. Se ha ganado un hueco en el bloque de confianza del argentino, aunque no olvida aquel calvario. "Eso siempre lo recuerdas, pero la situación ha cambiado y hay que cogerla. Ahora que he empezado bastante mejor, hay que seguir trabajando para no dormirse y que todo siga así". Aunque su experiencia le ayuda a respaldar a aquellos jugadores que se encuentran hoy en esa desagradable tesitura de haber sido descartados. "Cuando lo pasas sabes qué se siente y qué puedes decirles para ayudarles a tirar para delante", manifiesta.
Una de las bazas que animó a Bielsa a contar con el navarro es su polivalencia. Le tiene en cuenta como mediocentro y como lateral e interior zurdo. Circunstancia que a Iñigo Pérez no le agobia en absoluto, al contrario. "Puedo jugar en varias posiciones, no tengo una sola decidida, me toca apreder lo máximo de cada una de ellas, lo cual es beneficioso para mí porque más opciones tendré de jugar", resuelve.