Para el técnico su equipo "salvo al principio y al final jugó muy bien, hubo 80 minutos de muy buen nivel y el juego me gustó. El equipo recobró la intensidad, fue dinámico, esforzado", explicaba. Para el de Rosario "los antecedentes previos hicieron que hubiera cierta ansiedad y el marcar pronto lo ha suavizado". De hecho culpaba del peliagudo final con un osasuna volcado a "el excesivo cuidado que pusímos en guardar el resultado, algo lógico por la mala situación deportiva que atravesamos".
En cuanto a los nombres apuntaba que Herrera "nos da matices que necesitaba el equipo. Claridad en los ataques, en su intermediación sobre todo, ya que Muniain o De Marcos son más finalizadores de jugadas", admitía.