para este curso: mejorar el puesto obtenido el año pasado en la Liga, con los puestos europeos en el punto de mira, y llegar lo más lejos posible en Copa y Europa League. Los 18 partidos previstos en el calendario -16 si cayeran a la primera en el torneo del KO- en las nueve semanas que separan el choque ante el Valencia del parón de Navidad suponen una fase crucial que marcará las aspiraciones de los rojiblancos esta campaña.
Diez de esos compromisos pertenecen al desarrollo del torneo de la regularidad. Su análisis refleja una imperiosa necesidad de sacar adelante los encuentros de San Mamés. Tendrán visitas amables, ante los recién ascendidos Depor y Celta, el apurado Zaragoza, el Getafe y el Sevilla. Los andaluces son lo más temibles, tanto por su potencial como por sus números en Bilbao. Pero los leones les han ganado en las dos últimas citas en La Catedral.
Los mayores retos se presentan a domicilio. Tienen por delante las visitas al Camp Nou, al Barnabeu y a Mestalla. Tres de los campos más complicados de Primera. Acumulan ocho derrotas consecutivas en el feudo del Barcelona, siete en el estadio del Real Madrid y solo han ganado un partido de los últimos 24 disputados en tierras valencianas. También tienen las salidas a Granada y Mallorca, que tampoco son dos de los estadios que mejor se le dan al conjunto bilbaíno.
Este tramo, además, encierra también fases decisivas en la Europa League y en la Copa. Los rojiblancos tienen que disputar los cuatro partidos de la liguilla que determinarán su avance a la fase de eliminatorias, para lo cual deberán reconducir su mal inicio como colistas del grupo con un solo punto. Y en el torneo del KO, el jueves conocerán a su rival para la primera ronda. De pasar este cruce a doble partido, tendrán dos choques más, los de octavos de final, antes de comerse el turrón.