con el ajustado 0-1 cosechado ante el Racing en El Sardinero. Desde aquel 22 de abril, el conjunto que dirige Marcelo Bielsa ha disputado nueve encuentros como visitante. Y el balance es de siete derrotas y dos empates. Un lastre demasiado pesado para un equipo que aspira a la zona noble de la clasificación en Liga y a llegar lo más lejos posible en Copa y Europa League.
Tras aquella victoria en territorio cántabro, los bilbaínos cerraron la pasada campaña con dos derrotas a manos de Zaragoza (2-0) y Levante (3-0). Las finales ante Atlético (3-0) y Barça (3-0) no cuentan por ser en estadio neutral.
La estadística no ha mejorado el presente curso. Al revés. Los leones solo han sido capaces de rascar dos empates lejos de Bilbao. El 3-3 ante el debil HJK en Helsinki, tras el cómodo 6-0 con el que el Athletic había liquidado el playoff previo a la fase de grupos de la Europa League en San Mamés y el 3-3 en Liga ante el Espanyol, que solo tiene en su casillero ese punto y los tres sumados este domingo ante el Rayo Vallecano.
Por lo demás, el equipo rojiblanco cayó en Croacia a manos del Slaven (2-1) en la primera previa europea y en Praga (3-1) en la segunda jornada de la liguilla y también ante Atlético (4-0), Real Sociedad (2-0) y Valencia (3-2) en la Liga.