No ha marcado gol. Apenas ha tenido ocasiones. Solo una, en la segunda parte, que la ha mandado a la grada. Un remate que ha hecho crecerse a la hinchada armera. "Y Llorente, ¿qué?", le han cantado. Antes ya se habían arrancado con el clásico "Llorente es español". Y le han despedido con pitos en su cambio por Aduriz. No ha sido, desde luego, su mejor día.
El ariete internacional ha demostrado tener el gatillo preparado en los primeros minutos. Primero con un gol anulado por un fuera de juego más que dudoso; y después, con un error claro del colegiado al señalar un fuera de juego inexistente cuando ya había controlado con el pecho dispuesto a chutar. Toquero, por su parte, se ha hartado de tirar desmarques, pero rara vez le han visto sus compañeros. Los balones no llegaban arriba. No había nada de fluidez en el juego. Y los pelotazos largos, a posiciones del meta local, han sido el único recurso hasta el descanso. Ni una ocasión rojiblanca en los primeros 45 minutos.
Bielsa ha movido el banquillo en el descanso con la esperanza de activar el ataque. Ha introducido a Muniain y De Marcos por Ibai Gómez y Toquero. Pero el juego rojiblanco ha seguido sin carburar. Las escasas opciones de la segunda mitad han llegado más de arranques individuales que de jugadas elaboradas. Dos disparos lejanos de Iraola han precedido a la más clara. Llorente, bien colocado al primer palo, ha rematado a la grada un buen centro de Herrera. Al filo de la media hora, el argentino ha sentado a Llorente para sacar a Aduriz. Pero tampoco a él le llegaban los balones. Solo uno, que ha cabeceado al fondo de las mallas, pero en fuera de juego. A este Athletic le faltan recursos para sorprender en los últimos metros.