Los periodistas locales le han preguntado sobre la complicada situación que se vive en Israel, un estado en situación de guerra permanente. Han insistido hasta límites insospechados para arrancarle una respuesta personal sobre el conflicto y sobre la exhibición de banderas de Palestina en San Mamés. "Yo he venido a jugar y punto, no tengo por qué expresar mi opinión política", ha zanjado.
En cuanto a sus sensaciones en el aeropuerto de hace siete días, cuando se canceló el viaje, se ha limitado a relatar que "cuando estábamos allí se comunicaron con la UEFA, hablaron, decidieron que no deberíamos venir. Esta semana ha habido otra reunión y han decidido que deberíamos venir. Se barajaba otro sitio, otro país, pero han dicho que había que jugar en Haifa y estamos aquí, seguros y tranquilos".