Ser del Athletic es otra cosa, sin duda. En cualquier parte un partido de UEFA ante un equipo con el poco de tirón del Sparta de Praga y con el equipo, actual subcampeón, eliminado en un grupo vulgar, sería un páramo. Un campo vacío. Pues con eso de que nunca se abandona al equipo, y que este jueves se vivirá el último partido europeo de la vieja catedral, San Mamés tenía este lunes por la mañana colas para comprar entradas.
El encuentro ante los checos será el número 75 en competiciones continentales antes de dar paso a 'San Mamés barria'. Una efemérides lo suficientemente importante y sentida como para evitar que la afición se quede en casa pese al frío o los disgustos económicos y deportivos que padece. La medida del club de regalar una entrada a quien comprara el bono europeo también ha ayudado, evidentemente, a que este jueves a las 21.05 el ambiente sea bueno.