Se lo merecen los aficionados y se lo merece también San Mamés. Un campo histórico al que en su ñultimo año de vida se estaba despidiendo de forma lamentable, y que con la goleada al segundo clasificado en una noche lluviosa volvió a su esencia histórica.
Se podrá decir que los de Simeone venían de jugar copa y sin Falcao, cierto. Pero también lo es que el Athletic se ha pasado toda la calamitosa primera vuelta jugando tras hacerlo en Europa o que estrellas como Llorente no han aportado nada en realidad.
Ayer su ausencia y la de Amorebieta fueron un alivio. Nadie se desvio de que el plan era ganar sí o sí al Atlético, se hicieron ocasiones, tres goles y se dejó la puerta a cero con un estelar Iraizoz. Ese es el camino, una senda que ojalá sea ya definitiva empezando por pescar este viernes en el Pisuerga, ya que se va a Pucela.