Se entiende, dadas las prisas por avanzar en la construcción del nuevo estadio, que se refiere al último choque oficial que acogerá el histórico estadio. La visita del Levante en la penúltima jornada del campeonato, prevista para el 29 de mayo. La demolición, por tanto, sería a principios de junio.
Al club bilbaíno le interesa cumplir lo antes posible con este trámite para poder avanzar en el nuevo San Mamés y reducir así el número de partidos que tendrá que jugar la próxima campaña fuera de Bilbao. "Se mantienen los plazos previstos", asegura Urrutia sobre la fecha de la inauguración del futuro estadio rojiblanco, fijada para el 15 de septiembre.