Debacle del Athletic ante el Espanyol que aborta la enésima opción de despegar (0-4)

 
Asís Martín III BilbaoEl Athletic rompe su racha de tres jornadas sumando con una estrepitosa derrota ante el RCD Espanyol, que llevaba sin ganar en Bilbao desde el año 2001. Errores graves en defensa y bajo palos han condenado a los de Bielsa que además habían fallado ocasiones muy claras en la primera parte y visto lesionarse a Muniain e Ibai. Es la undécima derrota para un equipo con 46 goles encajados en 23 encuentros. 

El Athletic no remonta un partido en San Mamés desde el 12 de diciembre de 2010. Casualmente fue un 2-1 ante el Espanyol con goles de Llorente y Dávid López, dos jugadores que hoy no estaban. Daba igual, los leones han vuelto a tirar al garete la enésima opción de engancharse a la zona tranquila de la tabla con una severa derrota ante un contrario que tampoco ha hecho nada del otro mundo pese al abultado marcador.
Se han encajado cuatro goles, y para el día en que Iraizoz para un penalti su trabajo ha dejado muchos que desear en los otros tantos para hastío de una grada que ya pide un relevo. Encima es que enfrente Kiko Casilla ha estado inmenso en todo momento. Puede que sea una solución pero lo cierto es que no es de recibo lo fácil que se le hace goles a este equipo. Cuando lo curioso es que encima el Athletic acabó goleado un partido que al descanso bien pudo mandar por un par de goles. Pero no se acertó ni arriba ni abajo, se lesionaron dos futbolistas y se dejó la moral muy baja ante una semana que será larga antes de viajar a Málaga. 
 

Llamaba la atención de entrada la nómina de bajas rojiblancas pero nadie pensaba en una debacle sino más bien en una pista de despegue. Bielsa no podía contar ni con Gurpegui, Ekiza, Llorente, ni Amorebieta. Aunque la ausencia de estos dos últimos da la sensación de que es una ayuda -como mínimo- ambiental... Pero en fútbol los que importan son los que sí juegan, y a estos se les pedía empezar sin empanadas, hoy con el tocado Iturraspe al mando.
Pero el partido empezó con un susto en forma de cesión envenenada a Iraizoz, con un mal golpe de Muniain en la tibia y con varias llegadas periquitas ante un Athletic tan acelerado como impreciso. El ritmo era vertiginoso y Verdú y, sobre todo, Susaeta en el 7', con gran parada de Kiko Casilla incluída, tuvieron las dos primeras ocasiones claras.
A los de Bielsa lo que no se les podía negar eran las ganas y el empuje, sin olvidar algún detallito técnico de Herrera que hizo subir la temperatura de las palmas de las manos. Los leones poco a poco asumían el control del tempo y del balón hasta llegar a tener el gol entre ceja y ceja. Así en el minuto 15 Casilla sacaba un nuevo remate de Aurtenetxe, esta vez de cabeza, y poco después De Marcos malograba una gran jugada de estrategia comandada por el omnipresente Herrera.
Lamentablemente las cosas se iban a torcer, y mucho mucho. Susaeta en el 22' volvía a errar otra ocasión flagrante de cabeza a pase de Herrera, y seguido 'Bart' dejaba su plaza a Ibai casi con lágrimas siendo achuchado el de La Txantrea con cariño paternal por Bielsa en la banda. Un bonito gesto del 'Loco' que en esas situaciones siempre está al quite. Lo malo es que el de Santutxu después tampoco iba a poder acabar el partido.
Para colmo de males el Espanyol marcaba a balón parado (Héctor Moreno), asignatura de la campaña bilbaína sin Javi Martínez, haciendo el 0-1 cuando los vizcaínos habían tenido hasta entonces cuatro ocasiones claras.
Ni Iraizoz ni Aurtenetxe estuvieron finos en el séptimo tanto que recibía el equipo en balones áereos y que castigaba impunemente a un Athletic que estaba jugando bien y mereciendo ganar con solvencia.
El gol catalán hizo daño a unos leones a los que se les apagó la luz antes de irse al descanso, siendo el mejor ejemplo la cara de impotencia de Susaeta al volver a echar arriba otra buena opción en el último segundo del primer tiempo. Los del Vasco Aguirre se iban al túnel con seis tarjetas vistas, un dato que había que considerar a la hora de encarar unos contra unos en la reanudación. A la Real Sociedad últimamente le va de película contra diez... Pero no se hizo nada y Velasco Carballo no tuvo a bien enseñarle la segunda a Simao cuando alguno no se había ni vuelto a sentar.
Los zurigorris apostaron decididamente por embotellar a su rival pero lo cierto es que iba a ser un espejismo porque Kiko Casilla, como tantas veces ha pasado con otros porteros, estaba llamado a tener un buen día ante el Athletic. Y ya llegó el armaggedon... En el 56' la defensa vasca se duerme, Gorka sale como un conserje y Víctor Sanchez anotaba a placer un 0-2 reprobado por La Catedral. Y solo tres minutos después Stuani empujaba un 0-3 que ya terminó por cabrear a modo a la grada, especialmente con el cancerbero de Ansoain que no paró de escuchar música de viento.
El técnico de Rosario, optó tras perder dos cambios por lesión, por dar entrada a Toquero como delantero cuando ya no apostaba por la remontada ni los que dijeron haber visto a la virgen de Unbe. Y menos con el penalti de Laporte en el minuto 73 que Iraizoz, milagro, paró, sí paró, pero en el rechace Joan Verdú fusiló a placer a la red.
No hay manera. La gente empezó a tirar para casa porque el segundo tiempo se hizo más eterno que un discurso de Fidel Castro de esos de cuatro horas. En el 89' se anuló acertadamente un tanto a Susaeta para acabar ya de jorobar a los valientes y comprometidos que seguían animando.